Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]

Capitulo 1

Prisión de mujeres del estado de Kansas

Su cuerpo fue lanzado con fuerza hacia delante, haciéndola casi caer antes de conseguir equilibrarse. Sus ojos marrones recorrieron toda la extensión del patio, analizando meticulosamente todas las chicas del lugar. Camila pudo percibir que estaban divididas en bandos, y que ella aparentemente era carne nueva en el lugar, pues todas las miradas estaban enfocadas en ella.

Enormes cercas eléctricas estaban unidas a paredes quilométricas. Había cámaras de seguridad por todos lados y los uniformes naranjas se destacaban entre los marrones y blancos. Policías femeninas rondaban por allí, prestaban atención en cualquier aproximación extraña que podría ser una posible pelea.

Camila no dejo de notar que, en algún momento, todas bajaban la mirada cuando una morena de piel extremadamente clara y de cabellos negros pasaba por entre ellas. Curiosa como acostumbraba a ser, Camila jamás bajo la mirada, viendo a la morena subir en la mini grada, hecha de fierro y madera, y sentarse.

La morena recorrió la mirada por el perímetro, sin embargo, ella paro en Camila. La expresión solemne de ella le decía que no quería que la mirase, pero algo en la chica la envolvía.

- Cabello? Te estoy llamando! - El grito de la policía hizo a Camila saltar del susto.

- Perdón, no te escuche. - Dijo, viendo a la morena, de ropa azul oscuro, mirarla fijamente.

- Yo no acostumbro a dar avisos para las novatas, pero vi que quedaras un buen tiempo aquí, entonces sugiero que no la mires. A ella no le gusta - La policía habla y Camila asintió, dando una últimas mirada para la chica antes de leer el nombre en la placa de la policía.

- En que puedo ayudarla, señorita Hamilton? - Camila pregunto y la policía apoyo su mano derecha sobre la arma en su cintura.

- Tiene visitas, acompáñeme - Ella dijo, capturando las manos de Camila en su espalda.

- ¿Visitas? ¿Sabe quien es? - Camila indagó.

- No soy su esclava, reclusa. La próxima vez descubra eso por si sola- Normani dijo fríamente. - No todas las policías soportarán esas preguntas. Algunas son realmente malas, entonces trate de no hablar con ellas. - La policía alertó. - En fin. Es su abogada y su hermana.

- Gracias por el consejo. - Camila dijo. Caminaron el resto del camino en completo silencio y, cuando finalmente llegaron, la abogada insistió en dejar que liberarán a Camila de las esposas, y aseguró que no era peligrosa.

- ¿Dónde has estado estado? - Camila pregunto, así que la policía la soltó y se alejo. Su hermana corrió cara sus brazos y la abrazo fuertemente.

- Yo realmente tenia que darme vacaciones del mundo. La asistente social de Judie consiguió contactarme a través de un amigo. - Hablo, separándose del abrazo.

- ¿Judie quedará contigo? - Camila pregunto y Sofia suspiro, asintiendo. Judie era hija de su hermano menor, el la había tenido muy joven, sin embargo la madre de la niña murió en la mesa de parto, después del nacimiento, desde entonces Camila ayudaba a cuidar de la niña, junto con Sinu.

- Si, no puedo creer que mama hizo eso - Sofia dijo paralizada, reteniendo el llanto. - Ella nunca había hecho nada mas que agredirnos, pero eso fue hace mucho tiempo. Nosotros deberíamos haber...

- Hey... - Camila dijo, agarrando su mano y mirando a la abogada, que mantenía la cabeza baja esperando que el momento íntimo de ellas acabará. - Ya no podemos cambiar eso, mejor no nos lastimemos de esa manera. - La más joven asintió cabizbaja. - ¿Como estas?

- ¿Como estoy? - la hermana de ella pregunto incrédula. - Tu fuiste presa injustamente, no yo. ¿Como tu estas? - Camila suspiro.

- Sí, pero tú también perdiste un hermano.

- No tienes que ser tan empática todo el tiempo, Kaki. Voy a salir y te sacaré de aquí. - Sofia dijo con determinación. - Esa es nuestra abogada, Ally Brooke, perdón por no presentarlas antes - La mujer extendió la mano para Camila y la apretó de modo formal.

- Tenemos buenas y malas noticias para usted, señorita. - Anunció la abogada Brooke. Camila analizó que vestía un traje gris con una camiseta blanca debajo. Su falda estaba un poco debajo de la rodilla y su expresión era solemne.

- Diga cualquiera primero, peor de lo que estoy, solo muriendo. - Camila dijo encogiéndose de hombros.

- Cierto. La buena es que a finales de esta semana reuniremos suficiente evidencia para sacarte de aquí. - Dijo Ally, apoyando ambas manos sobre la mesa de aluminio. - Y la mala es que, aunque sean una familia rica, la jueza decretó la próxima audiencia solamente en seis meses. - Los ojos de Camila se abrieron.

--¿Qué? - Ella exclamó atónita. -¿Tendré que quedarme seis malditos meses aquí?

- Desafortunadamente, el juicio terminó y para reabrir el caso, la cola es enorme, es temporada de vacaciones, tenemos pocos jueces en este estado, tendremos que esperar. No puedo ofrecer dinero, sería un soborno. - Camila se puso ambas manos en la cara y sacudió la cabeza, demasiado afligida para procesar la información.

- ¿Vendrás a visitarme con frecuencia? - Le preguntó Camila a su hermana.

- Haré lo mejor que pueda con el papeleo de Judie y mi trabajo, ya sabes ... - Su frase murió, sin embargo, Camila asintió.

- Si no puedes venir en menos de tres semanas, ¿puedes hacerme un favor? - Su hermana asintió. - Compra un unicornio enorme de plástico para nuestra sobrina. Es lo que ella me pidió para su cumpleaños. - Camila dijo con tristeza. - Y dile que fue un regalo de la tía Mila.

-Bueno, ahora tenemos que irnos, pero ten cuidado, hermanita. - Dijo Sofía, dándole a Camila un abrazo rápido. - Y mantente fuera del alcance de las chicas de ahí, son peligrosas. No le digas a nadie que eres rica y todo estará bien. - Camila asintió y se despidieron.

Cuando la policía la coloco en el patio nuevamente, la primera cosa que Camila noto fue el par de esferas verdes sobre si y, instantáneamente, el aviso de la policía Hamilton sonó en su mente: No la mires, a ella no le gusta.

Si no le gusta, entonces ¿porque queda mirándola también? Pensó Camila, pero desvió los ojos mismo así, al final, no quería peleas, mucho menos en su primer día allí.