Capítulo 32

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- Hoy es mi día de ir a lavar el baño. - Dinah se quejó y Camila hizo una mueca.

-El mío fue ayer. - Ella respondió y Lauren sonrió.

-El mío no fue la semana pasada ni esta. Creo que se olvidaron de mí. - Ella habló y Camila miro decepcionada para los restos de la fruta en su mano.

- Lo, se me acabó la manzana. - Camila dijo y miro a su novia. - Yo quería otra. -Camila habló y la morena de ojos claros alzó la cabeza para mirar hacia el lugar donde dejaban las frutas

-Mira que suerte, Camz. Todavía hay frutas. - Ella dijo y Camila puso la cabeza en su hombro.

- ¿Buscas para mí? - Ella pidió con la voz mañosa y Lauren rió.

-Está bien. - Ella contestó después de unos segundos, alejándose de la menor antes de ir a buscar la fruta.

- Ella se puso muy blanda, no está bien explotarla así, Camila. - Dinah habló y la morena se rió.

-No la estoy explotando. -La menor rebatió. - Se lo pedí, lo que significa que tuvo la opción de decir que no.

-Cielos, ella está enamorada. No te dirá no a esas cosas que te gustan. -Dinah habló y Camila sonrió.

- Aquí está. - La voz de Lauren sonó detrás de Camila y la más pequeña se dio la vuelta, recogiendo la fruta y esperando que Lauren se sentara a su lado otra vez para inclinarse y depositar un beso manso en sus labios.

- Gracias. - Ella dijo sonriendo. - Pero sabes que puedes decir que no cuando te pido algo, ¿verdad? - Camila preguntó y Lauren asintió.

- Lo sé, pero me gusta darte todos los sí posibles. - Ella respondió y Camila se mordió el labio inferior.

- Entonces... -Camila comenzó, inclinándose sutilmente para susurrar algo en el oído de Lauren. - ¿Qué tal si le dices que sí a la idea de que vayamos a nuestra celda y te dé unos orgasmos? -Preguntó sensualmente, pincelando su nariz a lo largo del cuello de Lauren. - Esa noche ni siquiera hicimos nada de eso, sólo dormimos.

- Tu propuesta es muy tentadora. - Lauren dijo respirando hondo, escuchando la risa genuina de la menor.

- ¿Y entonces? - Camila preguntó mordiéndose el labio inferior.

- ¡Camila Cabello! - La voz firme de una de las policías sonó y la menor la miró instantáneamente.

- ¿Sí, señora?

- Visita para usted. - Ella dijo y la más pequeña frunció el ceño.

-Pero no estamos en horario ni en día de visita. - Ella habló confundida.

- ¿La va a recibir o no? Es tu abogada. -La mujer dijo sin paciencia.

- Oh. - Ella habló asintiendo. - Ya vuelvo, piensa en lo que dije. - Camila habló, inclinándose y dándole un beso a Lauren antes de levantarse y seguir a la policía.

Caminaron en silencio hasta el lugar, habiendo sido esposada en el camino. Cuando llegaron allí la abogada volvió a pedir que la soltaran y así lo hizo la policía. Camila agradeció con una sonrisa, pero la expresión solemne en la cara de su abogada casi le trajo náuseas.

-Debo admitir que me sorprendió su visita inesperada. - Camila habló, acercándose algunos pasos. - ¿No se supone que yo saldría sólo en unos meses? - Ally asintió. - ¿Entonces a qué debo el honor de su visita?

La rubia suspiró y arregló las gafas que llevaba. Ella alisó su blazer negro y enderezó su columna, mirando a Camila al momento siguiente.

-Yo no estoy a favor de las injusticias, señorita, quiero dejarlo claro antes de nada. - Camila arqueó una ceja y una sensación de malestar barrió su paz interior en ese momento.

- ¿Por qué dices eso?

- Me contrató su hermana después de su audiencia. - Ella empezó. -Pero llevo mi trabajo a niveles elevados y, por cierta razón, fui a buscar al abogado que representó a la señorita en el tribunal. - Camila asintió atenta. - Y lo que descubrí no me gustó de ninguna manera.

- Por favor, explícamelo. -Camila pidió angustiada, cruzando los brazos.

- Me sorprendió que un abogado tan bueno no pudiera resolver una simple cosa. Su caso era simple, era sólo localizar a la persona de la farmacia y listo, no tendrían como arrestarte.

- ¿Qué estás sugiriendo? - La rubia se humedeció los labios y se acercó un poco más.

- Fui a buscar a la persona de esa farmacia y ella había desaparecido. Me dejé guiar por el instinto y seguí los rastros de la tarjeta de crédito de esa persona, señorita, y cuando la encontré dije que podría ser arrestada si se negaba a comparecer en el juicio. -Habló. - Claro que yo ya tenía pruebas de su inocencia, pero quise ir a fondo y, bueno, la amiga de Carlos tuvo tanto miedo que acabó confesando haber sido comprada para alejarse. -Camila abrió los ojos en total sorpresa.

- ¡Oh Dios mío! -exclamó boquiabierta. - ¿Quién podría haberlo hecho? -La rubia suspiró y la miró.

-Su hermana, señorita. - Camila sintió de repente un vacío tan grande que congeló su alma por un instante. Eso no podría ser real. ¿Por qué Sofía haría algo tan cruel?

- ¿Cómo dices? - Camila preguntó y la rubia se arregló el pelo con una expresión apenada en la cara.

- Fue Sofía.

- ¿Tú... estás segura? - Ella cuestionó y Allyson asintió.

- Por eso vine a buscarte. - Advirtió. -Renuncio al puesto de tu abogada, pues estoy completamente en contra de ese tipo de acción, a menos que la señorita me contrate.

- Yo... - Camila quería llorar, pero se contuvo. - No puedo creer que me perdí la Navidad y el año nuevo aquí; el cumpleaños de mi sobrina... -Dijo indignada.

- No acostumbro a cometer negligencias en mi trabajo, señorita, por eso me metí en esto. -Ally dijo y Camila asintió.

- Te lo agradezco, Ally. Yo... voy a querer, sí, sus servicios. - Ella dijo, todavía demasiado destrozada.

- Genial. Prepárese entonces, señorita. Abriré una nueva solicitud de audiencia, esta vez por fraude. Le garantizo que en menos de un mes estará completamente fuera de aquí y muy bien pagada por el descuido tanto del estado como de su antiguo abogado.

-Estoy inmensamente agradecida. -Camila dijo, sonriendo débil. No podía creer el tipo de monstruo en que se había convertido su hermana.

-Cualquier novedad vuelvo. Que la pases bien y que tengas un buen día, Camila.

-Tú también, Ally. Gracias de nuevo. - La abogada asintió con una tierna sonrisa en la cara y se retiró.

El momento en que la policía la esposó, para llevarla de vuelta al patio, apenas fue notado por ella. En su mente sólo pasaba preguntas y más preguntas de por qué su hermana había hecho aquello y llevaba consigo una sola certeza: Aquello no quedaría así.

Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora