Capítulo 18

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Los ojos marrones analizaban de lejos a la morena de ojos verdes sentárse en la mini tribuna al otro lado del patio. Ella todavía tenía la pose seria y fría.

Hacía cerca de una semana desde que hablaron y después de aquello Lauren no le contestaba más. Camila había intentado de todo, pero había sido imposible. Lauren realmente se había enfadado.

- ¿Pelearon? - La voz de Maggie sonó detrás de Camila, haciendo la menor asentir.

-Fui un idiota con ella. - Camila dijo y Maggie miró a Lauren, frunciendo los ojos ligeramente debido al sol intenso.

- Eres muy valiente. - Maggie dijo. - Nadie aquí se atrevería a ser idiota con ella después de saber que casi mata a la antigua líder de aquí. --comentó. -Sólo no la mató porque la otra se rindió.

- ¿Esas informaciones son verídicas? - Camila preguntó.

- Dicen que sí. Dicen que la mujer murió días después y que fue Lauren quien la mato, pero no llevo la culpa porque supo disfrazar el crimen.

- Lauren no sería capaz. - Camila murmuró y Maggie se rió.

- ¿Te estás enamorando? -Preguntó. -Porque sólo así puedes creer que ella no sería capaz. Ella es la líder de aquí, Camila.

Camila se quedó quieta. No discutiría sobre su opinión con nadie más, al final nadie allí conocía a Lauren como ella. Estaba allí hace poco tiempo, pero a pesar de eso aún era la persona que más conocía a Lauren allí. Claro que quizás Normani y Dinah conocían mejor a la chica y exactamente por eso no discutían sobre Lauren. Nadie entendería.

-No me estoy enamorando. -Camila dijo. - Pero me gusta mucho.

- Tres semanas y ya estás enamoradita. - Maggie dijo riendo, soltando un pequeño ronquido.

- No estoy muy bien para humor hoy, Maggie. Lo siento. -Camila dijo tristemente, sonriendo débil antes de caminar hasta su celda.

Aquel día la luz del sol no haría diferencia. Iba a ser un día feliz, ella había organizado en su agenda esa fecha desde hacía meses. Su sobrina cumplía tres años y ella ni siquiera podía darle un abrazo, quién dirá aquel montón de cosas que había organizado.

Ella se sentó en su cama y se puso a llorar bajito, preguntándose dónde había errado en su vida para estar pagando un precio tan alto. Su abogada no había vuelto a dar noticias, mucho menos su hermana.

¿Cómo estaría Judie? ¿Preguntó ella sobre Camila? ¿Se habría acordado Sofía de comprar el unicornio para la niña en su nombre?

Con el corazón roto Camila apoyó la cara en las rodillas, abrazando las piernas para llorar en posición fetal. Ella siempre peleaba con su hermano. ¿Cómo no pelear? Era bastante irresponsable. Claro que tenía apenas dieciocho años, pero tenía una hija a quien debía responsabilidad y muchas veces no la ejercía, dejando el cargo vacante a Camila.

La niña estaba más apegada a su tía Camila que a su propio padre. A pesar de tantas peleas, Camila y Carlos habían pasado horas organizando aquel día. Algo que jamás se repetiría. Ni Judie cumpliría tres años otra vez y ni Camila tendría a su hermano para organizar algo en conjunto. El nudo se apoderó de su garganta y ella se desplomó en un llanto intenso, pero paró cuando sintió una mano en su hombro.

- Hoy es el cumpleaños que mencionaste, ¿no? - Lauren preguntó, ignorando toda la frialdad del transcurso de la semana y Camila asintió, teniendo sus ojos hinchados y rojizos.

La más grande suspiró y se sentó a su lado, trayéndola a sus brazos en un abrazo apretado. Camila no vaciló, cayendo en un llanto fuerte, teniendo su cara enterrada en la curva del cuello de la mayor.

- Sh... -Lauren susurró y Camila la abrazó aún más fuerte, dejando sus defensas abajo.

- Yo la cuidaba como una madre. - Camila dijo en medio del llanto y Lauren suspiró. -Contaba historias y jugaba con ella. Yo... la extraño mucho.

- ¿Cómo es? - Lauren preguntó, queriendo entretener a la más pequeña. Camila respiró hondo, pensando en lo que diría.

- Es dulce, divertida. -Comenzó, recordando la pequeña figura. -Ella tiene el color de mis cabellos y ojos, pero su piel es un poco más clara. - Camila dijo, secando algunas lágrimas antes de esquivar el abrazo de Lauren para mirarla. - Ella es tan inteligente para su edad, tienes que ver, Lauren... - Lauren suspiró, viendo un brillo hermoso centellear en los ojos de la menor.

- Ella parece adorable. - Lauren dijo y Camila finalmente sonrió.

- Cielos, lo es. - Camila dijo y Lauren puso la esquina de los labios en una media sonrisa.

- ¿Te gustaría hablar con ella? - Lauren preguntó y Camila asintió tristemente. - Sabes esta mañana conseguí algo... - Lauren dijo, sacando algo de su sostén. - Tengo que devolverlo a las cinco, pero ¿qué tal si conozco su voz? - Camila abrió la boca en completa sorpresa al ver un teléfono celular en la mano de Lauren.

- ¿De verdad me lo prestarías? - Camila preguntó y Lauren se rió.

- ¿Bromeas? Me hiciste sentir curiosidad por esta niña. - Lauren habló y Camila sonrió. - Sólo espera un minuto, voy a llamar a Dinah para que vigile mientras estamos en la llamada.

- ¿Estamos? - Preguntó Camila confundida.

- ¿De verdad crees que no la voy a saludar? - Lauren preguntó y Camila se lanzó en sus brazos, abrazándola fuertemente.

-Cielos, te besaría ahora mismo. -Camila comentó. -Gracias, Lauren. Nunca lo olvidaré. - La mayor sólo asintió un poco incómoda porque Camila había citado un beso y luego se levantó.

- No hace falta que me lo agradezcas. - Ella dijo, desapareciendo de allí. Cuando volvió vio que Camila se había lavado la cara y estaba golpeando el pie ansiosamente contra el suelo.

- ¿Y entonces? - Camila le preguntó con expectativa y segundos después vio a Dinah parar frente a su celda, con los brazos cruzados mientras Lauren cubría parcialmente la vista del lado de afuera con sábanas.

- Ven aquí. - Lauren pidió, sentándose en la cama de Camila con la espalda en la cabecera, de espaldas a las rejas y Camila se acercó, sintiendo a Lauren tirando hacia el centro de sus piernas antes de sonreír. - Girate hacia adelante. - Lauren dijo riendo, viendo que Camila estaba paralizada mirando sus labios. - ¿Tu hermana tiene alguna red social o algo para hacer video-llamada?

-Tiene. -Camila respondió y Lauren sonrió.

-Entonces ponla en línea. Haremos una videollamada. - Lauren no podía entender el tamaño del sentimiento que despertó en Camila al ayudarla con eso y, aun peleadas, era demasiado bueno volver a estar entre los brazos de la mayor.

Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora