Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]

Capítulo 54

Lauren no sabía exactamente lo que le había dado, sin embargo, ver sufrir a Camila nunca sería algo que ella fuera a ver sin intentar hacer algo para ayudar. Era casi como si el estado de alerta que ella había adoptado en los últimos años en la cárcel se despertara instantáneamente en aquella situación. 

Ella estaba casi arrepentida de estar allí parada detrás de la cama de Sinu. La mujer no dormía, estaba mirando la pared exactamente como cuando Camila había entrado en la habitación y, Lauren sólo no se rindió porque necesitaba al menos intentarlo. 

- Uh... con permiso... - Usó su tono más dulce, haciendo que la mujer suspirara.

-Estoy llena de medicina. - La voz salió suave, con la lengua ligeramente entumecida. - No necesito más, por ahora. -Habló sin emoción en la voz. Lauren se mordió el labio inferior y se atrevió a dar la vuelta en la cama, poniéndose de frente a la mujer, que levantó lentamente las pestañas, llevando los ojos contra los verdes. 

-Yo no... no trabajo aquí. - Explicó, ganando la atención de la mujer sentada. - Vine a hablar contigo, pero pareces cansada. ¿Por qué no duermes un poco? - Sugirió, viendo a la mujer negar suavemente. 

-Lo intenté, pero no puedo. - Ella dijo bajo, viendo a Lauren suspirar.

 - ¿Problemas con los sueños? - Lauren preguntó y la mujer lo negó con la cabeza, sintiendo los ojos pesados.

-Te juro que quería dormir. - Explicó. - Cualquier cosa es mejor que mi realidad. - Dijo, pasandose la mano por la cara. - No siento mi lengua en la derecha. - Dije riendo tristemente. Lauren se mordió el labio inferior y se acercó algunos pasos. 

- ¿Puedo, uh, tocarte? - Preguntó suavemente. - Ya sabes, para ayudarte a acostarte. Sentada se hace más difícil del sueño venir y creo que necesitas dormir, por lo menos un poquito. - Los ojos marrones de la mujer analizaron a Lauren, asintiendo suavemente antes de sentir a la chica acomodarla debajo de las mantas y sentarse a su lado.

- ¿Has venido a quitarme el dolor? - La mujer preguntó y Lauren frunció el ceño. Ella sabía que decir cosas sin sentido a veces era efecto de la fuerte dosis. Una risa amargada salió débil entre los labios de la mujer antes de suspirar. - Me siento tan suave que ni siquiera puedo hacer lo que quería. 

- ¿Y qué querías hacer? - Lauren preguntó, iniciando una suave caricia en el dorso de la mano de la mayor. 

-Llorar. -La mujer susurró, mirando a Lauren con los ojos casi cerrados.

 -Es inevitable no sentir dolor, pero no es justo que te culpes, ¿eh? - Lauren habló calmadamente. - ¿Qué tal descansar? - Cambió de tema, viendo a la mujer asentir. 

- Sólo un poquito. - Sinu murmuró, cerrando los ojos.

- Te dejaré dormir tranquila, tan pronto como te despiertes volveré. - El apretón en su mano la hizo parar de volver a mirar a la mujer. 

- Quédate. - Eso es todo lo que dijo, y aunque la mujer ya tenía los ojos cerrados, Lauren respondió bajito. 

- No voy a salir de aquí entonces. 

[...] 

El ruido de los pájaros hizo que Lauren se diera cuenta de que aún estaba al lado de la cama de la madre de Camila. Su mirada fue contra la de la mujer y la vio mirándola. 

- ¿Quién eres tu? -La voz salió confusa, baja y aún arrastrada. 

- Anoche yo... 

- Lo recuerdo. -La mujer dijo. - Sólo quiero saber quién eres.

- Soy, uh, vine con Camila. - Dijo, no sabiendo lo bien que la madre de ella recibía alguna información relacionada con su hija. 

- Oh. - Ella respondió. - ¿Te envió aquí? - Preguntó y Lauren negó rápidamente.