Capítulo 56 (Final)

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Los ojos verdes miraban atentamente los pares de pendientes de rubí y zafiro que la chica sostenía entre sus dedos. Aquella joya desde siempre había sido lo que Dinah decía soñar para usar en el día de su boda, sin embargo, la gran fortuna que valía impedía a la rubia de realizar tal deseo. 

- ¿Lauren? -La voz fina de Camila llamó su atención, haciéndola apartar sus ojos de las piezas, únicamente para ver una hermosa sonrisa adornar el rostro del amor de su vida. Camila estaba absurdamente hermosa en su vestido color bordó, lo que hacía que varios cuellos giraran en su dirección y la miraran minuciosamente.

- ¿Sí, amor? - La mayor preguntó, poniendo un poco más de énfasis en la última palabra al ver que había un caballero en la tienda, que estaba claramente coqueteando con su novia. No fue algo intencional, así que ella no se sintió culpable. Camila era realmente su amor, ¿cuál es el problema entonces? 

- Tú que las conoces mejor que yo... -La menor empezó, mirando avergonzada a Lauren por la pregunta que le haría. - ¿Crees que se molestarían en ganar, además de alianzas, pasajes a cualquier parte del mundo de regalo? - Lauren arqueó una ceja al oír eso. - Me gustaría regalarles los pasajes de la luna de miel.

- Definitivamente no les importaría. -La mayor confesó riendo. -Digo, ¿a quién le molestaría, Camila? Cualquier persona lo aceptaría, en serio. - Confesó, aún teniendo sus codos apoyados levemente en la vitrina en su frente. 

- ¿Lo juras? - La menor preguntó, acercándose a la mayor mansamente con una hermosa sonrisa en su rostro. 

- Lo juro. - Lauren lo dijo en voz baja al ver a su chica tan cerca de si. Ella sintió su estómago revolver cuando sintió los labios de Camila chocar con los suyos lentamente y delicadamente en un casto beso.

- ¿Ya tienes los anillos? - La menor preguntó al separar los labios. Ellas, como madrinas, habían quedado en pasar por la joyería para recoger las piezas encargadas el día de la boda y allí estaban, ya listas para la boda, unas horas antes apenas. 

- La empleada fue a buscarlo. -Lauren confesó, sintiendo que Camila apoyaba su barbilla en su hombro mientras se acurrucaba en su cuerpo por detrás. 

- ¿Y qué hacía la novia más linda del mundo mientras tanto, uh? - Camila preguntó. 

- Sólo mirando algunas cosas para pasar el tiempo. - Dijo, viendo a la mujer, que vestía camisa blanca y un pantalón gris se acercaba sonriente.

- Aquí esta, señoritas. - La mujer dijo, abriendo la cajita roja aterciopelada para mostrar las dos alianzas centellear en un pedido silencioso para ser compradas. Camila le había dicho a Normani que eligiera a quien quisiera que se asegurara de pagar y la negra, tímidamente, escogió una buena pieza, pero no tan cara. No la quería explotar. 

Lauren, analizando la sonrisa de la empleada, llegó a la conclusión de que esa sonrisa no era enteramente por el protocolo, sino porque, además de que la mujer había demostrado cuando llegaron que tenía interés en ella, el pago que ganaría por vender esos anillos haría sonreír a cualquiera. - ¿Algo más? Podría mostrarles algunas gemas que tenemos...

-No, gracias. - Camila dijo seriamente al ver la forma en que la mujer miraba a su novia. - Aquí. - Aviso, entregando su tarjeta de débito a la mujer, que dejó de sonreír instantáneamente al darse cuenta de cómo Camila acurruco Lauren entre sus brazos y, suavemente, plantó un beso en su cuello, Nunca dejando de mirar desafiante a la empleada. 

- Es solo dejar los aretes junto a las otras joyas y retirar su compra allí, señoritas. - La muchacha dijo después de cobrar el valor, apuntando ligeramente avergonzada, el lugar. Camila asintió y tomó su tarjeta de nuevo. 

Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora