Un poco... ¿demasiado?

205 14 15
                                    

-Ya estoy en casa -grité lanzando mi pesada mochila, dándole a mi hermano en el culo.

-¡Jennifer! Macho, eres subnormal -dijo molesto.

-Sí, lo que tu digas -contesté rodando los ojos.

-Jennifer, ¿quieres dejarle en paz? -dijo mi madre entrando al salón.- Ven a la cocina -continuó sonriente. 

El mundo me odia. El jodido mundo me odia. Caminé tras ella, apretando los labios. Si seguía, me los tragaría.

-He recibido una llamada de tu profesor de Historia -empezó.

-No quiero tutorías -acabé. Me miró amenazante.- Listo, no las quiero, y menos con ese profesor, lo odio, no quiero peso extra, no me hagas ir -mentí. 

Mi madre seguía mirándome mal.

-Primero de todo, tú no tienes veinte años como para mandarte sola, si vas o no vas, lo decidimos tu padre y yo, y segundo, ¿no era ese profesor el que 'tan bien' te explicaba Historia? -dijo sarcástica.

-Sí, pero eso no tiene nada que ver para que me caiga bien o mal, y no me parece bien que me obligéis a ir, si me obligáis no pienso ir -concluí.

-No hace falta que vayas, el viene a casa -me dijo. 

¿Pero qué...?

-¿Cómo? -pregunté gritando.

-Baja el tono, no me hables así -dijo seria.- Lo que has oído, tu profesor te va a dar tutorías, y va a venir. Mañana de cinco a seis, vendrá.

Corrí hasta mi habitación y di un portazo. ¿Cómo era posible que mi propia madre se pusiera en mi contra? Cogí el ordenador, y llamé a las chicas por skype. 

-Hey -dijo Paula.

-Holas -siguió Sofía

-Hola gente -pronunciaron Stephanie y Belén a destiempo.

-No os vais a creer lo que acaba de pasar en mi casa -dije.

-Cuenta -dijeron.

-Ian va a venir a darme las tutorías mañana de cinco a seis -dije con rabia.

-¿¡QUÉ!? -gritó Sofía.- ¡Mañana es la quedada! 

Oh santa mierda.

-Escápate -dijo.- Te lo ordeno, te voy a tirar de los pelos si no vienes -habló.

-Es una buena idea -pensé.- En vez de venir a casa después del instituto, me voy contigo de compras -digo.

-Mi madre piensa que me voy con vosotras a comer -dijo Sofía.- Osea que vamos directas al centro comercial, y punto.

-¡Mierda! No llevo dinero, iba a pedírselo hoy a mi madre -recordé.

-Bueno, puede venir Kevin si quieres... -dejó caer.

-Entonces que venga Nicolás también -reté.

-Ugh, está bien -cedió.

-Os dejo chicas, hasta mañana -dije, y cerré sesión. 

Mañana me esperaba un día llenito de problemas.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

-¿Es cierto que va a venir a darte tutorías un profesor? -preguntó mi padre en la cena. Aún seguía enfadada con mi madre, por lo que me limité a asentir, mirando al plato.

-Ya veo... -dijo.

-Papá -dijo mi hermano.- ¿Puedo preguntarte algo? -prepárate.

-Sí hijo -contestó. Gran y craso error.

Platonic loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora