Habían pasado cuarenta y cinco minutos desde que habíamos entrado allí, y disfrutábamos de la compañía de aquel señor. A la mierda, parecía más desesperado que un pulpo en un garaje. Imbécil.
Se había dedicado a sabotearme, y no supe cómo, sus frases siempre acababan en un 'intenta divertirte, bonita'. Yo sabía divertirme. Claro que sabía...
-Bueno, mis pequeñas damas, debo prepararme para la oleada de fans que esta por avasallarme -dijo con cierto deje egocéntrico.
-Tampoco te creas la última coca cola del desierto -dije suspirando, la gente así me agotaba por completo. Creo que por eso dormía demasiado.
-No lo soy, pero tú tampoco -contestó riendo.
-Tío, yo nunca me he creído superior a nadie -aclaré.
-Oh, ¿tío? Vamos avanzando, princesa.
Rodé los ojos, era la novena o décima vez que lo hacía.
-Mira que te pones insoportable cuando andas con tíos eh -dijo Sofía cerca de mi oído.
Sonreí complacida, cuando alguien no me gusta, intento dar lo peor de mi.
Por un momento había olvidado a mi madre. Saqué mi teléfono. Esto era de otro planeta. La llamé, quería saber si no se había tirado por la ventana.
-¿Mamá? -hablé al ver que no respondía.
-Jennifer -contestó una voz masculina. Mierda.
-¿Dónde está mamá? -pregunté.
-Se ha echado un rato, no se sentía bien, ¿cuándo vas a volver? -preguntó mi padre sosegado.
-¿Mamá está bien? -dije preocupada.
-No lo sé, hija, se sentía mal, estaba mareada y con nauséas -respondió suspirando.
-Volveré en cuanto pueda -dije con toda la culpabilidad acumulada en la garganta.
-Está bien, adiós.
Colgué. No sabía cómo sentirme, verdaderamente. Se me había nublado la vista, y los tacones no me respondían.
-Sofía... -murmuré, antes de sujetarme a su hombro.
-JESSICA QUÉ TE PASA -gritó.- AY LA PUTA, QUE SE MUERE, ¡PERO AYUDADME IMBÉCILES! MI MEJOR AMIGA SE MUERE -dijo.
En realidad no me moría, simplemente no tenía fuerzas y me estaba cayendo son conciencia. Nada más, no hay que preocuparse.
-Hey, hey, tranquila, vamos, túmbala aquí -dijo... ¿Ashton? Yo qué sé, ya ni reconocía las voces.
-Aún está consciente, quita -dijo la misma voz.- Vamos, amargura, estás aquí, con nosotros, soy Ashton Irwin, el mísmisimo en persona.
Noté cómo la fuerza se dirigía por completo a mi puño, por lo que decidí dejar a mi cuerpo por si solo. Y ahí fue, cuando se lo estampé en el lado izquierdo de su cara. Abrí los ojos. Me sentía mal. No por el golpe, ni por él. Tenía ganas de vomitar.
-Tu mejor amiga ha vuelto -dijo molesto.
-Jessica me cago en toda tu jodida estampa, ¿sabes el susto que me has dado? Pensé que te ibas a morir y que nunca podría verte con un novio -dijo Sofía.
-Es... -paré para tragar.- Agradable saber que me quieres -no tenía ánimos para utilizar el sarcasmo.
-Estás blanca -dijo Calum.
-Se dice pálida, hermano, y sí, si que lo está -dijo el imbécil.
-Seré lo que quieras, pero... reconoce que ese golpe te ha dejado sin habla -sonreí lo más que pude.
Este rodó los ojos, no era la primera vez que lo hacía, en realidad era a lo que ambos nos habíamos dedicado en todo ese tiempo.
-No entiendo cómo eres la primera que, estando en mi casa, me pega -dijo confundido, girandose, metiendo sus manos en su pelo, para revolverlo. Me limité a observarlo. Era sexy. Era un capullo sexy.
Y para qué mentir, me lo había pasado genial esa hora.
-¿Qué? -dijo Sofía.
-¿Eh? No me digas que he vuelto a hablar en voz alta -recé cerrando los ojos con fuerza.
Asintió. Y bufé. Menuda mierda.
Holi, pequeños Nicolases. Ash es puto amor, si o k. Ya hoy no subo más, mañana intentaré subir otros dos, y si no me es posible, subiré uno. Os quiero lo que le mide a Harry. *3*
Chao<3
ESTÁS LEYENDO
Platonic love
Lãng mạnLa vida de Jennifer es una marea de corazones. En primer lugar, un profesor que parece un actor de cosas indebidas. En segundo, un youtuber, odiado a más no poder por ella, y amado hasta las entrañas por su mejor amiga. Unas tutorías, una quedada, u...