Platonic love

Choque de película. 1/3.

Kevin no paraba de hablar. A mi me iba a estallar la cabeza, Nicolás había conseguido que le expulsaran de cuatro tiendas y de una cafetería, y Sofía discutía con Kevin.

-Vamos a comer algo, anda -pedí tranquilamente, iba a explotar en cualquier momento.

-No como hamburguesas, ni pizzas, ni perritos calientes, es mucha grasa -respondió Kevin.

-¿Y de qué cojones vives, hijo? Si estás como un puto palillo, tío -dije ya, al borde de la desesperación. Cuando Jennifer tiene hambre, no hagas que espere demasiado tiempo.

-Se puede comer sano, ¿sabías? Por ejemplo, están las fresas, que no engordan, y también los... -siguió.

-TÍO CÁLLATE PUEDES ESPERAR EN EL PUTO PARKING SI QUIERES, PERO DAME COMIDA, JODER -grité acelerando el paso.

-Eh, aún nos falta comprar maquillaje, vamos -dijo Sofía guardando el móvil.

-Yo voy a ir a comprar condones -dijo Nicolás, me revolvió el pelo, y se fue.

 Me cogió del brazo y me llevó a la tienda. Ir de compras no era lo mío, la verdad.

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Vale, pues, nos quedaba comer, porque todo estaba comprado. Kevin había elegido mis tacones, por primera vez estuve de acuerdo, y Nico había entrado en el baño de las chicas. Somos gente de lo más normal.

-Oye, no estés triste -dijo Nico pasando un brazo por encima de mis hombros.

-Tengo hambre -dije seria.

-Tengo algo para que comas, pequeña, es una cosa muy bonita, y está...

-Nicolás, vete a la real mierda, no quiero comer eso, quiero patatas fritas -contesté despegándome de él.

-Qué pesada, vamos, anda -dijo Sofía.

-Por fin, dios mío -le dije.

Cuando llegamos, no había sitio, estaba hasta arriba de gente.

-Vamos a pedir, y vamos a comerlo fuera o algo -dije ansiosa.

Estos asintieron, y fuimos a pedir la comida.

Rato después, nos hayabamos vagabundeando por el centro comercial, con la comida en las manos, dirigiendonos a la terraza  Nos sentamos en una esquina, en el suelo, y abrimos las cosas.

-Por fin, comida, socorro -dije desesperada por el hambre.

Le di un mordisco a mi hamburguesa, cuando una voz chillona interrumpió mi romántico momento.

-Hola chulos -dijo la chica.

No sabíamos quién era ella ni sus amigas, pero eran más chonis que el Jonny.

Me quedé callada admirando la cara de la chavala.

-Qué pasa -dijo Sofía.

-Nada, queremos estar aquí -dijo una de ellas, tirándole pipas a la cabeza a Nicolás. Mala idea.

-A ver, tú, foca del inframundo, por qué no vas a tu casa a lavarte las bragas -djio inexpresivo. Me reí demasiado internamente.

-Cómo que foca, foca tu madre -respondió ella, y las demás rieron.

-Te vio a ti en el anuncio de obesidad infantil y quiso seguirte -dijo él, levantandose. Esto era malo.

-Teñido de mierda -dijo una. 

-Chocho sidoso -respondió él, y no pude evitar soltar una carcajada, junto con Sofía y Kevin.

-Te relajas con mi amiga, nene -soltó la más bajita.- Y vosotros, qué, eh -dijo amenazante. Seguí mirándola, y repetí la frase de Nico, me había marcado.

-Serás hija de puta, de mi no te ríes -gritó, y seguido quiso abalanzarse sobre mi, pero Nico la cogió de la chaqueta, y se la subió al hombro.

-¡Un euro por niña! ¡Un euro! -comenzó a gritar.

-¡Qué me sueltes tío! -dijo la niña incomoda.

-Pues te paras, tía, que a ellos no los tocas, ¿vale? -preguntó él. Aw, qué adorable.

La niña rodó los ojos, Nicolás la bajó, y se fue con sus amigas, las cuales salieron corriendo.

-Nicolás, sigues ganando puntos -dijo Sofía asintiendo, con una sonrisa.

-¡Gracias! ¿Te puedo dar un abrazo?

-No te pases.

-Vale -dijo bajando la cabeza. Reí, y seguí con mi comida. 

uhhhhh. Hola. Holaaaaaaaaaa. Mañana tengo exameeeeeeeeeen. JEJEJEJEJE soi felis. Qué tal amores, ando con un catarro que no me lo quita ni dios, uf. Tenía esto escrito hace unos días, pero no sabía si subirlo, entonses, acá está. #elhumor. Espero que os guste, la experiencia de las niñas me ha pasado, menos por lo de venderlas a un euro.

Se os quiere mil, besasos, y un abraso con olor a axe. Chao <3.