THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥seven: take it slow

La mente de Felix se sintió increíblemente nublosa. No podía formar pensamientos que tuvieran sentido, era como si su cerebro hubiera estado apagado, y ahora todos sus sentidos corporales se sintieran increíblemente vivos. Su sentido del tacto aumentó, y cada roce de los dedos de Changbin sobre su cuerpo envió un hormigueo debajo de su primera capa de piel. Se dio cuenta de la forma en que los labios del mayor eran suaves, tan suaves, que se sentían como hilos de seda moviéndose en sincronía con su boca. Su vista estaba en blanco, ya que sus ojos estaban cerrados, pero dentro de su mente solo podía imaginar la forma en que Changbin se veía mientras pasaba la lengua por el labio inferior del más joven, pidiendo silenciosamente entrar en su boca.

Felix no concedió ese acceso. No de primeras, al menos. Al principio, le dio un ligero apretón a la camisa del pelinegro, intentando en silencio decirle que no quería que metiera la lengua en su boca. En ese momento, Changbin cumplió con la suplica silenciosa del rubio, y eligió en cambio profundizar el beso compartido entre los dos, empujando la cabeza de Felix hacia él de una manera semi-gentil.

El australiano no se quejó. No estaba pensando con claridad, porque apenas podía pensar en absoluto, y con cada segundo que pasaba, Felix se embriagaba cada vez más al sentir los labios de Changbin. Su sentido del olor también destacó, y se encontró cada vez más enamorado del perfume del mayor. Era suave, sutil en cierto modo, pero cuando los dos estaban tan cerca como en ese momento, no había forma de evitar el olor. Y no era como si él quisiera evitarlo; porque era encantador en todos los sentidos de la palabra. Toques de cítricos mezclados con aroma de pino... Fue reconfortante, de una manera que Felix no pudo describir del todo. Su sentido del gusto se amplió; porque aunque los labios de Changbin no tenían un sabor distintivo, Felix descubrió que no tenían sabor a nada; y a todo a la vez. En cuanto a su sentido del oído; todo parecía estallar en un olvido invisible. Fuera de la habitación del mayor habían criadas por el pasillo, conversando la una con la otra mientras esperaban a que se les asignara su próxima tarea. Se oyó el ruido de platos, tazas y cubiertos contra los carros de té de metal en todo el pasillo; y, sin embargo, el australiano no escuchó más que sus propios latidos. O, tal vez eran los de Changbin, tal vez sus corazones latían sincronizados. No lo sabía del todo; pero de lo que estaba seguro era de que estaba besando a Seo Changbin, y por alguna extraña razón, no lo odiaba.

No lo admitiría. No, Felix nunca diría eso en voz alta. Después de todo, descubrió que el chico de cabello negro era lo suficientemente arrogante y engreído. Pero, en el fondo, al australiano le gustaba sentir los labios de Changbin, y le gustaba la sensación de las manos de Changbin enterradas en su cabello, y le gustaba la sensación del cuerpo de Changbin presionando contra él de una manera suave y dura. Y como era el primer beso de Felix , decidió simplemente disfrutarlo. Llegó a la conclusión de que disfrutar el beso no era algo malo. No se sentía como algo malo, por lo que procedió a derretirse aún más en las manos del mayor. Changbin se dio cuenta de cómo los hombros del más joven se relajaron, y tuvo que evitar sonreír en el beso, porque estaba feliz de saber que Felix quisiera ese contacto tanto como él.

Sintiendo esos movimientos calmados del más joven, Changbin decidió, una vez más, tratar de recuperar el acceso en los labios del rubio, llevando su lengua hacia afuera para pasarla a lo largo del labio inferior del australiano. Podía sentir que Felix dudaba, pero para calmar sus nervios, el mayor suavizó su control sobre la cabeza del menor, dejando que algo de la presión se aliviara. Luego se encargó de plantar un beso suave en los labios del rubio. Era tan suave como la lluvia del cielo en verano e hizo que Felix se sintiera más seguro sobre la situación. Por tercera vez, el chico de cabello negro pasó su lengua a través del labio inferior del chico más joven y, el australiano finalmente separó los labios y permitió que Changbin deslizara su lengua dentro de su boca.