THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥fifteen: fortune cookie

"No te muevas", gruñó Changbin, alejando las manos de su cuerpo para recuperar algo del extremo de la cama.

Felix siguió las instrucciones, manteniendo las caderas levantadas y el costado de la cabeza apretado contra las sábanas de seda roja. Sintió la emoción y la anticipación correr por sus venas mientras esperaba que el mayor volviera a él y pusiera a prueba su cuerpo.

Descubrió que le gustaba la idea de permitir que alguien le domine, que sea su dueño. Pero, incluso mejor que el simple hecho de pensarlo, fue el acto.

Brevemente, el pelinegro hizo una pausa mientras pensaba en todas las opciones. El rubio parecía estar más que abierto a todo, y Changbin planeó usar eso para su ventaja. Decididamente, el más bajo eligió empezar con algo suave. Después de todo, él no sabía con qué se sentiría más cómodo el australiano, por lo que no sentía que fuera el momento adecuado para usar la mordaza que había comprado.

En cambio, se decidió por los artículos más suaves, que consistían en un collar de cuero rosa que se ajustaba perfectamente al cuello del rubio; pero no hasta el punto de incomodidad o quitarle el aire.

De cualquier forma, combinó el collar con un conjunto de esposas de cuero, como un juego que se usaría para mantener las manos del más alto clavadas en su lugar; evitando que fueran utilizados por su propia voluntad.

Mirando de nuevo a Felix, que todavía estaba en la misma posición (tal como le había dicho), Changbin imaginó la forma en que el collar se vería alrededor del hermoso y pequeño cuello del más joven. Imaginó la forma en que las esposas encajarían de forma segura alrededor de sus muñecas; uniéndolas detrás de su espalda.

Con los ojos cada vez más oscuros cuando la lujuria comenzó a nadar dentro de su mirada, el pelinegro pudo sentir el impacto que sus propias imágenes mentales estaban teniendo en su cuerpo.

La necesidad y la desesperación se volvieron locas en la mente y el cuerpo de Felix mientras esperaba pacientemente el toque del mayor. Contó los segundos y seguía sin sentir nada, ni siquiera un poco de fricción, porque debía estar en esa posición a petición de Changbin.

Casi sesenta segundos enteros habían transcurrido según su recuento antes de que el pelinegro volviera y tomara su lugar detrás del australiano una vez más.

De reojos, Felix podía ver como sostenía objetos en sus manos, aunque no podía distinguirlos perfectamente sin mover un poco la cabeza; algo que no se atrevió a hacer.

Una vez más, Changbin colocó su brazo alrededor de la cintura del más alto y tiró al australiano sobre sus rodillas como si no pesara nada. Esa era otra cosa que el pelinegro admiraba sobre el cuerpo del rubio. Era alto, pero extremadamente ligero y fácil de manejar; el mayor planeó aprovechar eso al máximo.

Con un movimiento fluido, las manos del mayor encontraron el borde de la camisa del rubio, y tiró de ella hacia arriba, lo que llevó a Felix a levantar los brazos para que la quitara más rápido y le fuera mucho menos difícil.

"Este collar te va a quedar hermoso", dijo el pelinegro con un tono de voz entrecortado, lo que provocó que los impulsos de Felix se multiplicaran.

Inclinó la cabeza hacia atrás, haciendo que su cuello cubierto de marcas estuviera en plena exhibición, y también de modo que colocar el collar alrededor de su cuello sería una tarea más fácil para el mayor. Tomando esa acción como consentimiento, Changbin deslizó el cuero alrededor de la garganta del más alto, y una vez que terminó, el rubio inclinó la cabeza hacia adelante para que pelinegro pudiera abrocharlo correctamente. Lo apretó una vez y Changbin observó su reacción, solo para poder estar seguro de que no se lo estaba poniendo demasiado apretado. No era su intención hacer que sintiera algún tipo de incomodidad. Simplemente quería que el cuero cavara un poco en su piel y adornara su cuello como una gargantilla bien ajustada.