THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥eight: whisper

Felix sabía que no sería capaz de enfrentar a Changbin de nuevo por lo menos el resto del día, por lo que mintió a los miembros del personal de la cocina y les dijo que estaba enfermo y que necesitaba regresar a su habitación por la noche. Sin embargo, técnicamente no era una mentira, porque sus encuentros con el pelinegro lo habían hecho sentir mal. El rubio comenzó a preguntarse qué había dicho Jumin en el pasillo. O, más bien, lo que no había dicho. Nunca recibió una respuesta adecuada a la pregunta que le planteó, y ahora se quedó con la mente llena de pensamientos acelerados y un cuerpo que se sentía inusualmente caliente y frío a la vez.

Incluso después de haberse quitado el uniforme y ponerse un par de pantalones de chándal mal ajustados y una camiseta holgada, todavía se sentía incómodo en todos los sentidos de la palabra. Incluso después de darse una ducha y asegurarse de restregar cada centímetro de su piel y lavar cada último mechón de cabello en su cabeza, aún se sentía inherentemente sucio.

La forma en que Changbin lo besó, lo tocó y lo miró... Era algo que nunca había experimentado antes. Primero que todo, no sabía nada acerca de la lujuria, ni el sexo, ni nada de esa naturaleza. Sabía cómo liberarse solo, dentro de las comodidades de su propia habitación; pero sabía muy bien que el calor que se acumulaba dentro de él nunca podría ser resuelto con su mano derecha.

"Le odio tanto", se susurró el australiano bruscamente mientras miraba su propio reflejo en el espejo del baño. Su cabello había sido secado con una toalla, y las puntas todavía estaban goteando un poco, dejando gotas de agua en la tela de su camisa. "¿Quién le dio derecho a besarme así?" Felix continuó murmurando para sí mismo enfadado mientras se frotaba la piel del cuello; tratando de deshacerse de los chupetones que el pelinegro le había dejado.

No se molestó en contarlos, pero estaban en todas partes. Comenzó a preguntarse cómo iba a esconderlos de los ojos de las otras criadas y sirvientes de la casa porque Dios sabe que no necesitaban otra razón para sospechar de él y del hijo mayor de la familia Seo. Solo esperaba y rezaba para que los rumores no volvieran a Jumin. Sin embargo, no creía que tuviera que preocuparse demasiado por eso, porque el mayor no parecía una persona que quisiera involucrarse en ningún tipo de conversación sobre este drama sin sentido.

Tampoco pensó que alguno de los otros se acercaría a él con dicha información hasta que tuvieran pruebas sólidas, porque parecía ser el tipo de persona intolerante a las acusaciones infundadas.

Mientras más lo pensaba, más difícil era restregar allí para que el color natural de su piel regresara; procedió a aplicar más jabón y, frotó la piel hasta que se puso roja. Se sintió dolorido, pero ignoró el dolor y se negó a detenerse con el intento de quitar su primera capa de piel. El proceso fue doloroso en más de una forma, y cuando todo estuvo dicho y hecho, estaba considerando adaptar un nuevo gusto por llevar bufanda, otra de sus opciones era tatuar una circunferencia completa en su cuello para que nadie pudiera ver su verdadera piel; aunque eso parecía un poco irracional, incluso a los 17 años.

Frustrado, estrelló la toallita que goteaba en el fregadero, encogiéndose ante el sonido de una palmada húmeda que resonó en todo el baño y la forma en que el agua le salpicó de vuelta. Había una parte de él que realmente quería golpear el espejo frente a él para que no tuviera que verse por más tiempo. Se sentía desagradable y asqueroso, y lo que lo hacía aún peor era el hecho de que sabía que podría haber alejado a Changbin de él mientras todo sucedía... Pero no lo hizo.

"Estúpido hijo de puta", siseó el australiano mientras sus manos se cerraron en puños apretados a sus costados.

Y aunque su mente sabía que debería haber estado furioso, y haber empujado al mayor para detenerle; en el fondo sabía que su cuerpo no quería que lo hiciera. Se sentía diferente, inusual y completamente extraño, pero no estaba muy seguro de si era algo malo o no. Debería haber sido algo malo. Debería haber sido una conclusión fácil de llegar. Pero la euforia seguía nadando en sus venas mientras pensaba en la forma en que los labios del pelinegro se habían presionado contra los suyos.