Capítulo 4

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El joven de cabello rubio entró al cuarto, todos los presentes estaban confundidos.

—¿Quién eres? —exigió saber Thais colocándose frente a él.

El recién llegado paró su andar para mirarle con tranquilidad.

—Lamento la presentación tardía —su mirada se desvió hacia donde me encontraba—. Mi nombre es Klaus Farid.

Todos nos quedamos callados ante la presentación, él era uno de los duques más poderosos del reino.

—Quisiera poder hablar con la señorita Izarne.

Todos voltearon a verme preocupados pero el primero en pararse fue Malik. No sé como sabía mi nombre pero lo al pronunciarlo me dio la impresión de que sonaba nostálgico.

—No te dejaremos sola con ella.

El rostro de Klaus cambio a un semblante serio.

Sentí como la mano de Regina sostenía mi mano con más fuerza.

—No estoy de parte de Su Alteza, si esa es su preocupación.

—Eso no asegura que no intentes lastimarla —aclaró Thais.

Una parte de sus acciones de mis amigos me hacían feliz, tontamente había confiado en Iliane quien me había engañado pero a comparación de ella, la gente que tenía a mí alrededor era mucho más preciada.

—Te pido por favor que entiendas su preocupación—hablé franca— pero al igual que ellos, no puedo confiar en ti solo por el hecho que me protegieras de su ataque.

No sé si lo imagine pero logre ver en sus ojos verdes un breve brillo de dolor. Contempló a todos los presentes para después asentir.

—Quería tratar este asunto en privado pero veo que tienes amigos en quienes confiar —una leve sonrisa se poso en sus labios—. Entonces hablemos.

Antes de cualquier cosa Regina creó una burbuja de aire para bloquear el sonido a nuestro alrededor.

—El príncipe Laertes Vercingetórix, iba atrás de la señorita Izarne para hacer experimentos con su magia.

Todos los presentes estábamos atónitos por tal declaración.

—Para eso necesitaban ver que tan manipulable era —hizo una pausa para verme—. Él le encargo a la señorita Creu que se ganara tu confianza para engañarte y que trabajaras en su proyecto al graduarse de la academia.

Nos quedamos callados pero el que interrumpió fue Thais.

—¿Para qué harían experimentos? —negó efusivamente—. No tiene sentido, la mayoría de nosotros apunta a llegar a la corte. Entre nosotros dos de todas las familias nobles, somos los más especiales.

—Es por eso que el príncipe la quería, una vez que entrara a la corte podía solicitarla pero sus movimientos estarían más limitados.

La aclaración de Klaus seguía sin tener sentido para nosotros.

—Entonces también querrían tener a Thais de su lado —sugerí confundida—. Él es uno de los mejores con magia negra.

Klaus asintió lentamente para continuar:

—También querían intentarlo con él pero a diferencia de ti, Thais es más reservado, así que Iliane no pudo siquiera acercarse a él.

Thais volvió a verme pero mí sorpresa era más grande, sabía que a él no le gustaba que pasara tiempo con ella, así como siquiera hablara de ella, siempre pensé que exageraba en su actuar pero nunca me imagine el porqué.

La Trampa de la DuquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora