La Trampa de la Duquesa

Capítulo 18

—¿Me estás diciendo que quieres ir a recorrer el bosque?

La cara de Regina parecía que estaba a punto de explotar en enojo pero no parecía importarnos mucho.

—Bueno ya estamos aquí, independientemente de que la prueba se realice mañana podemos a caminar por el bosque.

La explicación era tan fácil que mis amigos parecían estar de acuerdo conmigo y accedieron sin objeción.

Sin decir más caminamos por los arboles, el bosque no era tan espeso como el de la prueba y era más cálido, el sonido de las hojas era relajante así que solo caminar era entretenido.

—¿Te estás divirtiendo?

Le sonreí a Malik quien caminaba a mi lado.

—Supongo que esto es menos estresante que estar en las pruebas pero dime, ¿no extrañas a Jenn?

Su sonrisa parecía divertida.

—Ella comprende porque estamos aquí, además si ganamos le prometí llevarle un regalo.

—¡Que romántico! —dije animada—. Me alegro que ella te hiciera feliz.

Los ojos dorados de Malik me observaron agradecidos y una sonrisa fina apareció en sus labios.

—Pensé que la odiabas.

—No puedo, ella gano tu corazón con amor —reí para detenerme frente a él—. La diferencia entre nosotras, es que Jenn te ama y te comprende, yo solo me siento cómoda hablando contigo de cualquier tema trivial pero mi corazón no late por ti.

Me encogí de hombros y continúe caminando.

—¿Eso quiere decir que amas a alguien? —más que curiosidad en su voz, noté preocupación.

—No estoy segura —aclaré—. Desde hace mucho conocí a un joven que vivía con nosotros pero él se fue, no recuerdo su nombre ni porque estaba ahí, el juro protegerme pero hasta ahora nunca lo he visto.

No recibí respuesta alguna de Malik.

—Después de él, al saber que poseía magia solo me dedique al estudio para cumplir mi sueño, así que supongo que por eso mis padres intentan casarme con el duque.

Malik tomó mi mano, jalo mi cuerpo abrazándome tiernamente.

—¿Qué sucede? —pregunté sorprendida.

—¿Intentaras buscarlo?

—¿Qué? No, claro que no, eso ya paso y ahora estoy peleando por mi libertad.

Malik asintió pensante, me soltó para adelantarse.

—No sé quién era ese joven pero creo que deberías creer en su palabra.

Una sonrisa sincera se poso en sus labios.

—Debería... Tal vez aun lo hago —suspiré pesadamente un poco resignada.

Nos adentramos a una corriente del río, no era abundante así que decidimos mojar nuestros pies y ponernos a descansar ahí.

Todos dejamos a un lado la competencia así que preferimos hablar sobre nuestros asuntos de nuestra vida normal, nuestras familias y las relaciones que teníamos con ellos, al parecer todos llevábamos una buena relación que se demostró en la fiesta que hizo el duque.

Nos conocimos un poco más al hablar sobre nuestros gustos.

—¿Entonces te gusta el pastel de limón? —preguntó Reg mirándome.

—Sí, no es empalagoso y puedes comer hasta morir.

—Lo más curioso es que a Thais le gusta la fresa —se burló Malik.

—Lo lamento —bufó—. Esas cosas saben rico y el cultivarlas es divertido.

—Bueno a nosotros al menos nos gustan las cosas dulces, parece que Malik es intolerante a esas cosas, aun me sorprenda que tenga novia —comentó burlonamente Reg.

—Lo lamento come chocolate que no sabe parar, mi vida será larga y saludable.

Todos reímos divertidos.

—Les parece ir a la playa después del campamento, ¿en las siguientes vacaciones?

—¡Cuenta conmigo! —confirmó Malik sin pensarlo—. Llevare a Jenn.

—¡Claro! Entre más seamos mejor.

—Yo también iré, suena relajante.

Thais se encogió de hombros.

—Yo también, quisiera llevar a alguien también pero no sé quién.

—Está bien, le mande una carta a mi padre después de que anunciaron el campamento, todo está preparado.

Al final del día regresamos a la cabaña, cansados pero alegres, ahora nos tocaba la última prueba por presentar.

Ganamos dos de las tres pruebas así que iba en ventaja o al menos eso suponía pero sentía que el que saliera vivo en la de mañana sería realmente quien ganara.