Me había despedido de Reg y Thais, ellos irían al comedor pero sus caras de preocupación aparecieron cuando les dije que me encontraría con Iliane.
Una parte de mí siempre supo que no les agradaba ella pero sin embargo, ¿qué podía hacer yo?.
Iliane era reservada con ellos aunque para ser sincera, nunca le había conoció a otra amiga cercana y que pasaran tiempo juntas. Solo en segundo grado, donde una joven llamada Elizabeth se reunía con nosotras, al tercer grado ella se mudo de país.
Camine tranquilamente por los pasillo hasta llegar al jardín lateral sin embargo no había nadie más que yo. Me dispuse a esperar en una de las bancas pero antes de que si quiera cruzara la mitad del jardín un ataque paso frente mis ojos.
Me puse en posición de defensa, el hielo corrió por mis manos como si fueran enredaderas.
Nuevamente intento golpearme por un flanco pero el escudo que coloque lo paro a tiempo. Era fuego pero no cualquiera.
Era de color obsidiana. A pesar de su elemento, el hielo que me protegía era lo suficiente poderoso para repeler el ataque.
Por desgracia no iba a arriesgarme para ser vista usando mi poder fuera de las salas de entrenamiento. Un último impacto se aproximaba, así que hice que el hielo desapareciera mientras esperaba el golpe.
—¡Cuidado!
El gritó de un hombre me previno pero antes de que pudiera moverme un muro de tierra se poso frente a mi cubriéndome.
Estaba sorprendida, no esperaba que alguien estuviera viendo ni mucho menos me protegiera del ataque.
Un joven llego corriendo a mi lado pero su mirada parecía una combinación de preocupación y disgusto.
—¿No pensabas defenderte? —preguntó malhumorado.
—Te agradezco que me salvaras pero usar magia esta contra las reglas —intenté excusarme.
—¿Y por eso ibas a dejar que te golpeara?
—No ataque primero y devolver el ataque iba a ser peor —explique mientras contemplaba el poder de tierra—. Pero para mi desgracia no hay nadie que pudiera ver el ataque antes de que usara mi poder.
—Yo lo vi…
Me volví para verlo. El joven poseía unos hermosos ojos verdes brillantes de preocupación. Asentí seriamente ante su comentario.
—¿Viste quien me ataco? —pregunté seria.
—Eso…
Su duda era clara, vio el ataque pero no visualizo quien realizo el ataque.
Salí del campo de protección del joven para ver alrededor.
Había gente viendo extrañados lo que sucedía pero dos personas acercándose llamaron mi atención.
—¡Mira que tenemos aquí! —la voz de mujer sonaba arrogante y con risa burlona.
La sangre se me congelo al ver quién era, intente no verme sorprendida pero mi cara reflejaba sorpresa genuina.
—¿Iliane? —susurre sorprendida, no entendía a que iba su forma de ser.
A su lado un joven de cabello azul profundo estaba a su lado con una sonrisa burlona.
—Señorita Iliane —llamó su atención—.¿Ella era quien menciono?
Sus ojos azules solo mostraban aburrimiento.
—¿Qué sucede? —intente preguntar pero no salió nada de mi boca.
Sentí una mano en mi hombro así que me gire para ver quién era. El joven que me salvo estaba a mi lado en silencio pero su mirada estaba seria.
—No creo que ella sea buena para esa misión Creu.
El acompañante de Iliane se mostro desinteresado al ver al joven a mi lado. En cambio Iliane se mostro sorprendida por su observación.
—¿Cómo puede decir que no es buena para la misión? —preguntó indignada—. Tuve que pasar dos años manipulándola para ello.
¿Manipulando? Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo. Antes de que me diera cuenta mi magia estaba fluyendo en mí a causa de mis emociones.
La mano en mi hombro me hizo volver a la realidad. El joven de cabello rubio dio un paso al frente para enfrentarse a los jóvenes.
—Su alteza, gracias por su compresión de dejar en paz a mi prometida —sonrió amablemente—. Así como yo dejare en paz a su prometida por intentar atacarla.
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La Trampa de la Duquesa
RomanceAisha Izarne después de ser engañada y manipulada por su mejor amiga a órdenes del príncipe heredero, es forzada a ser un trato de matrimonio con el duque Klaus para mantenerla a salvo. Aisha acompañada de Klaus y sus amigos, buscaran salvar el rei...