Capítulo 6

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Me quede en silencio para ver qué era lo que hacia esa persona pero simplemente se sentó en el lugar de Reg quedándose en silencio.

Abrí lentamente mis ojos, la luz lleno el cuarto así que debía acostumbrarme, deje pasar unos segundos y distinguí donde se encontraba el recién llegado.

Unos ojos verdes parecían estar llenos de preocupación mientras me veían sentar.

—¿Qué haces aquí?

Mi voz era rasposa y poco audible así que simplemente me quede esperando a que él dijera algo.

—Quería... —dudó de sus palabras por unos segundos— saber cómo seguías.

Mostré un rostro un poco extrañado, Klaus parecía estar nervioso.

—Deseaba poder hablar contigo a solas.

Por fin hablaba sinceramente, intente despejarme un poco más, el mareo había desaparecido así que con un poco de magia termine de curarme, todos los síntomas de molestia desaparecieron.

Klaus espero pacientemente mientras terminaba de curarme, no dijo nada y su mirada nunca se desvió de mí, ni tampoco desapareció esa preocupación en él.

—Te escucho.

Se sobresaltó un poco pero asintió, aun parecía inseguro pero pronto sus palabras fluyeron con facilidad.

—Seré claro, sabía que Su Alteza te estaba buscando, intente advertirte en la mañana pero por un descuido los estudiantes se dieron cuenta de quién era, así que no pude acercarme a ti. Intente seguirte durante el transcurso del día pero el hecho que me vieran con tus amigos levantaría muchas sospechas para el príncipe.

Estaba escuchando sus palabras, él había provocado la multitud fuera del salón y el acto que me siguiera fue porqué logro cubrirme del ataque.

—¿Debería estar agradecida? —pregunté indiferente.

Negó con la cabeza. Para mi sorpresa su tranquilidad demostraba que iba a enfrentarme a él antes de caer en sus palabras.

—Espero no me mal entiendas, quería ayudarte pero antes de darme cuenta ellos actuaron —aclaró serio.

—No me conoces, ¿por qué la mano derecha del príncipe arriesgaría todo por salvarme?

Se paro repentinamente mientras me miraba resentido. Por un momento el instinto de saltar lejos de él hizo que me parara de la cama.

—No vine a pelear contigo —sentenció—. Vine a proporcionarte mi ayuda para que salgas viva de la escuela.

Me empecé a reír por la sorpresa, ¿cómo me planeaba ayudar?

—Creo que hiciste más grande el problema al llamarme tu prometida.

Esa palabra salió de mi boca como si fuera veneno.

—Es por ello que quería hablar contigo —se acercó lentamente a mí.

Lo encare, sí, una parte de mi estaba aterrada pero mi semblante seguía desinteresado.

Sus ojos verdes parecían sigilosos al contemplarme.

—Te nombrare mi prometida para que nadie del círculo del príncipe se acerque a ti. Si tienes parte del título, te evitara problemas en la escuela, nadie se meterá contigo y podrás terminar la escuela sin problemas.

—¿Para después que? —Pregunté irritada—. El hecho que me des parte de tu titulo incluye que debo casarme contigo y con eso incluye perder mi lugar en la corte, ¿me equivoco?

No contestó, sabía que tenía razón pero no me dejaría ir del juego tan fácil así que proseguí con toda la valentía que reuní:

—No necesito de tu ayuda, no me convertiré en una pieza más de su juego, no quiero saber nada de ti, ni de ellos, quiero que me dejes tranquila. Si surge algún problema lo resolveré yo sin tú ayuda.

Caminé hacia él decidida.

—Si te atreves a quitarme mi lugar en la corte...

—¡Para!

Me quede silencio cuando alzó la voz.

Ambos estábamos frustrados pero algo en mi se quebró al verlo así y estoy segura que pasaba lo mismo en él.

—No voy a forzarte —dijo lentamente— pero quiero que quede claro que yo no quiero usarte, eres fuerte, así que no me meteré en tus decisiones.

Se quedo callado. Por un segundo pensé que estaba temblando en rabia, no por el hecho de que no salieran las cosas como él quería, sino su mirada de preocupación era más evidente que desde un principio.

—Pero si algún día no sabes a donde ir o que hacer, te ruego por favor, consideres mi propuesta.

La Trampa de la DuquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora