Capítulo 4

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BENJAMIN

Estacioné fuera de casa, y bajé. Entré y encontré a mi hermano, Francesco, con Selena, su novia dentro de la sala.

-Hola, novato- me saludo cuando me vio entrar, solo salude con la mirada.

Rebecca estaba sentada con ellos.

- ¿Cómo estas, amor? – se puso de pie para acercarse a mí, ella era mi novia. - ¿Qué tal tu primer día de clases?

Sus manos empezaron a hacer pequeños círculos alrededor de mi pecho, mientras ella plantaba un pequeño beso en mi cuello, yo esboce una sonrisa. Si no fuera mi novia, probablemente me cobraría, pero no me sentía con ganas, realmente estaba cansado.

-Rebecca- hablé, ella me miró algo coqueta. -No tengo ganas.
- ¿Qué raro en ti? – preguntó ella mientras bajaba lentamente su mano, rosaba un poco mis abdominales, y luego metió su mano, algo fría dentro de mi polo - ¿No quieres jugar un momento?
-Estoy un poco cansado- respondí y era la verdad. Sentí las manos de Selena en mi cintura, observé a mi hermano desde donde estaba parado, él solo sonreía como sus gatitas se tiraban encima de mí.
-Yo sé cómo relajarte, bebe-habló Rebecca metiendo su mano algo fría dentro de mi pantalón, tocando mi paquete con un roce de sus pequeños y delgados dedos. Volví a mirar a mi hermano en forma de ayuda, pero él seguía sonriendo.
-Podemos hacer un pequeño cuarteto- sugirió mi hermano, mientras se ponía de pie, y se acercaba a nosotros.

Mi hermano tomo el brasier de su novia, y empezó a sacarlo, mientras acariciaba su espalda, despacio, no había apuro, pero si para mí. Esto era suficiente.

-Okay- susurré empujando un poco a Rebecca. -Realmente estoy cansado, me gustaría dormir.
Rebecca me miro un poco confusa y molesta, mi hermano, por un momento se habrá preguntado porque no quería jugar con ellos, ya que normalmente lo hago, pero ahora no estoy en mis cinco sentidos, estoy cansado, y un poco confundido. Muy aparte, tengo un pequeño sabor de labios que no quiero sacar de mi mente.

-Iré a descansar- avisé mientras subía las escaleras.
-Duerme lo que puedas- dijo Rebecca, la miré extrañado, mi hermano solo rio fuerte.
-Hemos organizado una pequeña reunión por tu regreso a la escuela- habló Francesco -Frank se encargó de todo, habrá gente de tu escuela, para que tengas amigos.

Solo asentí con la cabeza mientras subía las escaleras, tenía que dormir lo más que podía, mañana sería un día largo para nosotros, y hoy tendríamos una fiesta. ¡Que inteligente de tu parte, Francesco!

Entré a mi habitación dispuesto a dormir, pero antes, quería asegurarme de un pequeño detalle.

"Organizaron una fiesta en mi casa, estas invitado. ¿Vendrás? – B"

Me saqué el polo, para poder descansar tranquilo, me bañaría más tarde, y así poder cambiarme y estar bien para la fiesta. Pero, antes de que pudiera cerrar los ojos, y entrar en brazos de Orfeo, tenía un nuevo mensaje de Matt.

"Sí, iré con Caitlin. Nos vemos allá – M"

Puse una sonrisa de estúpido a veces puedo llegar a ser un niño idiota, entonces bloqueé la pantalla, y decidí dormir. Aunque unos pequeños gemidos, que se hacían más fuertes desde la sala, me obligaron a poner la almohada al sobre mi cara, seria horas largas, y realmente necesito tomar una siesta.

20:00 P.M.

La hora se pasó demasiado rápido, después de una lista musical de los tonos altos que podían hacer Rebecca y Selena juntas, decidí, que ellas deberían ser cantantes, y después me quede dormido por dos horas, al parecer, hasta ahora. Me paré de mi cama, un poco risueño aún, pero ya escuchaba las voces desde la sala indicándome que había gente en mi casa, y yo no estaba presentable.


Entre a la pequeña ducha de mi casa, y empecé a pasar la espuma de cuerpo por mi torso, sobando un poco fuerte. No sé si fueron los gemidos hace un par de horas, o la sensación suave de los labios de Matt contra los míos, pero me sentía completamente excitado, desde que llegué a casa en realidad, aunque el cansancio me pesaba más que la excitación, en ese momento. Rocé un poco mis dedos por la punta de mi glande aún sin despertarse. Había pasado un buen tiempo desde que no follaba, casi un par de días, y ese pequeño niño, con labios gruesos.

-Uhm- gemí dentro de la ducha. La imagen de Matt jugando con mi gran amigo, en su boca era una sensación completamente excitante.

Tanta era la presión sobre mí, que mi miembro se puso totalmente duro, como piedra, y necesitaba bajármelo, lo más rápido que pueda.
Enfoqué mi cerebro en pequeñas imágenes donde veía a Matt en diferentes posiciones, pero me gustaba verlo de espaldas, al borde de la cama, mientras yo tomaba sus piernas y trataba de hacer que sus pies toque su espalda, mientras él volteaba y me mostraba su rostro, con los labios completamente hinchados después de haberse comido mi masculinidad. Volví a ahogar un gemido fuerte, mientras sentía sensaciones recorrer por todas las venas de mi cuerpo. El solo pensamiento de tener a Matt así me excitaba a sobremanera, y así después de unos minutos, pude sentir mis músculos tensarse entre sí y explotar en un gran orgasmo, botando por todos lados de la ducha, ese líquido tan peculiar blanco que llamamos semen. Aunque me hubiera gustado ver eso, alrededor de la cara bonita.

BAD CLASSMATE [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora