Todo comenzó por un simple concurso de Arte y terminó con Samantha Samuels presenciando un asesinato a sangre fría a tan solo metros de ella
Seria difícil guardar el secreto de aquella noche. Seria aún más difícil que ella no terminara de la misma m...
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Un séptimo sentido
Estaba mal
Había cometido un error
Un muy Grave error
Scott Matthews estaba bien, el no había desaparecido.
Scott estaba bien. Felix no lo estaba
Y no podía evitar pensar: Todo esto es mi culpa, yo pude haber hecho algo
Pero ¿cómo habría de saberlo?, ¿Como sabría que aquel maldito se llevaría a mi amigo más cercano?
Felix no tenia nada que ver y había pagado el precio
Ni siquiera podía concentrarme en clase, sentía un dolor de cabeza y mareos realmente intensos. No quería creer que esto estaba sucediendo
¿Cómo es que sucedió tan rápido?
—Profesor, ¿puedo salir? yo no...no me siento bien—alce mi voz débilmente
Sin embargo el profesor Hernández me prestó atención y al ver mi estado actual, probablemente su corazón se ablandó y aceptó a mi decisión
—Solo avise a dirección antes de retirarse—me dijo
Tome mi mochila mientras sentía la mirada de Drew sobre mi, probablemente porque sabía como me sentía ahora o tal vez porque sabía lo que haría
Fui directo a dirección y llené aquel informe ya que no quería que notificaran a mis padres que escapé de clases. No quería que nadie supiera donde me dirigía o que era lo que estaba por hacer
Pero Drew Collins lo sabía
Justo cuando salí de dirección ya era hora del almuerzo y cuando estuve a punto de irme del instituto oí la voz de Drew llamándome para que parara de caminar.
Y lo hice, ni siquiera se el porqué, solamente lo encare con una mueca sin interés
—Sam, lo lamento. Se que Félix era alguien muy importante para ti, pero...piensa muy bien antes de hacer las cosas—Drew me miró cuidando sus palabras
—Ni siquiera sabes lo que haré, aunque así fuera, esto no es de tu incumbencia, Drew—respondí de mala manera a la vez que me daba la vuelta para marcharme
Su mano en su muñeca me lo impidió.
—Sam, no hagas nada estupido
—Debiste decirmelo antes
Me solté de su agarre de un tirón y con mi mochila al hombro esquivé a varios alumnos hasta que empuje la puerta y me deshice de los ruidos del pasillo, aunque aún quedaba la culpa dentro de mi
Camine sin cesar, luego empecé a correr simplemente por el ataque de ansiedad que estaba dándome. Sentía punzadas en mi cabeza y como mi corazón estaba a punto de estallar