Todo comenzó por un simple concurso de Arte y terminó con Samantha Samuels presenciando un asesinato a sangre fría a tan solo metros de ella
Seria difícil guardar el secreto de aquella noche. Seria aún más difícil que ella no terminara de la misma m...
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Silencio
Minhyuk
La noche por fin había caído, los oficiales habían traído al chico arriba, pero no habían noticias de Sam o de Charlie en más de una hora.
—Rodríguez, una vez más, reportese—El oficial Trevor siguió insistiendo de manera incansable
La línea estaba sola, no se podía escuchar nada y tal vez eso significará que el oficial había perdido su radio o que estaba muerto. Cualquiera de las dos cosas eran malas, seguía preocupado por Sam y esto no ayudaba en nada, solo me ponía más nervioso
—Bien. Eso es todo—el oficial dejó el radio en su lugar y salió del auto.
Lo mire tratando de descifrar que trataba de hacer, salí igual que él del auto y lo vi ajustar su arma en el cinturón. Era más que obvio que el tendría que bajar a ir por Prescott.
—Voy con usted—dije sonando seguro de mismo.
—No, ya tengo suficiente contigo. Vas a quedarte a aquí, no me arriesgare a tener otro muerto—el oficial Trevor me miró con seriedad
—Puedo serle de ayuda, si va usted sólo probablemente Charlie le haga lo mismo a usted que al oficial Rodriguez —el hombre camino lejos de mi, ignorandome. Tan solo lo seguía por detrás sin perderle el rastro—Oiga, no vine hasta aquí a quedarme cruzado de brazos y esperar que todo salga bien.
—Eres un niño aun, Lee—el oficial Trevor pareció suavizar su tono de voz
Lo mire sorprendido, hasta ahora lo único que lograba era hacerlo enojar y que él quisiera golpearme. Supuse entonces que había tocado una fibra sensible en su interior, no podía ser tan duro todo el tiempo.
¿Cierto?
—Tienes 18 años, una vida por delante. No puedes cargar el peso del mundo en tus hombros, eso no te corresponde—dijo suspirando—No quiero que termines mal, así que solo vuelve al auto y espera. Voy a traerla de vuelta, ese es mi trabajo
Dicho eso se agachó a quitar la tapa de la alcantarilla, lo vi descender por ahí hasta que desapareció.
Tal vez tenía razón, no tenía experiencia en situaciones peligrosas como estas. Podrían matarme a mi también, después de todo aún era torpe e inexperto.
Pero también era necio, bastante necio
—Lee Minhyuk eres un idiota—murmure para mi mismo agachandome a un lado de aquel hoyo
Entre por ahí, baje por los escalones de metal hasta que mis pies tocaron el suelo húmedo del canal de desagüe. Arrugue mi nariz al sentir el intenso olor a desechos y quien sabe que otras cosas más, parecía que alguien se había muerto ahí abajo
