Capítulo 3: Las chicas.

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Pov Shelly

Esa noche, quedé con Maya para ir a los famosos "baños comunitarios", ya que nos daba bastante mal rollo ir solas. No tuvimos que recorrer un espacio muy amplio ya que se encontraban al final del pasillo.
Estaban divididos en dos baños, uno de chicas y otro de chicos (menos mal).

Maya y yo entramos a la vez, era una especie de "vestuario", pero para mi sorpresa era bastante grande. Eché un vistazo rápido a la sala.

Había unas diez duchas con cortina, que al abrirla tenía dos compartimentos separados por una pared.

Eran casi las ocho de la tarde y solo estábamos Maya y yo en el vestuario.
Oí el sonido de agua cayendo, examiné la estancia, pero no había prendas ni nada que nos pudiese indicar que había alguien más allí. Observé a mi alrededor y vi que la pared que nos separaba del baño de los chicos no llegaba hasta arriba del todo, si no que dejaba un buen espacio vacío.

Nos desvestimos rápidamente y entramos a las duchas. Mientras me enjabonaba, escuché a Maya llamarme.

-Oye...- dijo. Cerré la billa del agua para escucharla mejor. -¿Y si cantamos?- preguntó. Por su tono, sabía que estaba sonriendo a través de la pared que nos separaba.

-¿Estás loca? Nos pueden oír. -repliqué.

Hizo caso omiso y comenzó a cantar.

-I've never seen a diamond in the flesh...- Se detuvo para que yo continuase.

Maya siempre había tenido una voz preciosa. Busqué en el interior de mi memoria de que me sonaba esa canción, al rato caí en la cuenta. Era Royals, de Lorde, la solíamos cantar en nuestros "conciertos".

De mala gana continué la letra.

-... I cut my teeth on wedding rings in the movies.

-...But every song's like gold teeth, Grey Goose, trippin' in the bathroom...- cantamos a coro.

Al cabo de un rato la canción nos había motivado tanto como en los viejos tiempos y estábamos cantando a pleno pulmón.

-And we'll never be royals (royals)
It don't run in our blood.

Seguimos cantando hasta salir de la ducha, cuando alguien tocó en la puerta e interrumpió el momento.

Maya se enrolló la toalla en el cuerpo y salió a mirar. Cuando abrió la puerta, observé a un Ezarel mojado y con las orejas rojas, no pude reprimir una carcajada. El elfo estaba que echaba chispas.

-¿Queréis estar calladas de una vez? Hay gente que quiere darse una ducha tranquilamente sin que dos cansinas interrumpan.- Maya y yo mirábamos a Ezarel con incredulidad, reprimiendo cualquier sonrisa, para evitar que se enfadase todavía más.

Two blue souls. [Lance y Nevra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora