Two blue souls. [Lance y Nevra]

Capítulo 6: Sentimientos encontrados.

Nota de las autoras:

¡Hola a todas! Escribimos esta pequeña nota para informaros de que la cuenta de una de nuestras administradoras (@corazondeldarya, en instagram, afortunadamente el nombre no se lo han podido quitar) ha sido hackeada.

Hemos hecho lo posible por recuperarla, pero el hacker no ha querido devolvérsela.

Al final ha decidido utilizar una antigua cuenta de frases (por eso tiene un alto número de seguidores).

Lo que más nos molesta de este tema es que ella tenía mucho contenido guardado, mucho trabajo y muchas horas de dedicación. Ahora, por culpa de esta persona todo se ha perdido.

No nos demoramos más y os dejamos con el capítulo.

¡Gracias por leer!
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Pov Maya

Miré a Nevra con los ojos enrojecidos.

-Confiaba en ti y me has apuñalado por la espalda. No quiero que me dirijas más la palabra en tu vida, aléjate de mi.- le espeté.

-Maya...porfavor...escúchame.- jadeó.

-No quiero escucharte, vete. -grité.

Shelly llegó a donde mí y me abrazó. Me derrumbé en sus brazos llorando sin consuelo.

-Tengo que hablar con Miiko.- dije con furia.

Me levanté y salí corriendo hacia la sala del cristal. Como era de imaginar, todos estaban allí reunidos esperando noticias de Nevra.

-¡¿Cuánto tiempo llevábais planeándolo, panda de cabrones?!- mi voz rompió la quietud de la estancia.

Miiko se acercó a mi.

-No me toques.- grité.

Por la puerta aparecieron Kero e Ykhar, espantados por los gritos.

-¿Qué pasa aquí?- preguntó el unicornio.

-Me han dado algo que me ha obligado a olvidar a mis seres queridos.- dije rompiendo a llorar de nuevo.

-¿¡Le habéis dado una poción de olvido?!- Ykhar parecía fuera de si.

-No me lo puedo creer. Me dais asco. ¿Cómo habéis podido?- dijo Kero saliendo de la estancia, seguido por la brownie.

-Confiaba en vosotros.- dije casi en un susurro.

Todos me miraban con cara de pena, hasta que Miiko tomó la palabra.

-Maya...teníamos que borrar tu rastro de la Tierra...

-¿Quieres decir que mis familiares no...saben de mi existencia...que no se...acuerdan de mi?- balbuceé.

Miiko negó con la cabeza.

En un arrebato de ira, salí de la estancia, directa a mi cuarto.