Capítulo XVI: "Feliz cumpleaños"

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(Kling)

Cinco de la madrugada siento la puerta del buzón sonar, me asomé por la ventana y el cartero se estaba retirando, al parecer había correspondencia. Eso significaba que era importante, nunca recibimos correspondencia esta debía significar algo.

"Familia Prest Resste, para nosotros es un placer mencionar su nombre y mantener un espacio en nuestra lista de invitados a nuestra realeza, para celebrar el cumpleaños número cuarenta y seis de la reina Stella, llevándose a cabo el día de hoy veintinueve de septiembre a las seis p.m., los esperamos con ansias, saludos la familia real Streward Flesst".

Al parecer podré apreciar una vez más la cercanía del príncipe Adam y esta vez nadie podía interponerse debido a que ambos estábamos completamente seguros de lo que queríamos y seguimos queriendo, hoy sería el gran día.

-Familia me quedé con la carta, pero esta llegó exactamente a las cinco de la madrugada. -les dije a todos mientras desayunábamos.

Mi madre la leyó en voz alta. - ¡Al parecer hoy encenderemos nuevamente la pista de baile! -dijo mi padre.

-Eso esperemos, mientras nuestro hijo no salga arrancando nuevamente todo estará perfecto. -Mencionó mi madre.

-Tenemos que quedarnos más tiempo esta vez. -dijo Kan.

-Ustedes no se tienen que preocupar por mí, porque al fin haré lo que siempre quise hacer... -dije, pero mi padre interrumpió en el momento exacto.

-Entonces subamos a tener la conversación adulta ahora.

-No, no me refería a eso, no me interrumpas. -le dije. -obviamente me refería a mostrarme en público a su lado.

-Eso estaría bello, hijo mío. -dijo mi madre.

- ¿Entonces esta noche será tuyo? -preguntó mi padre pícaro.

Kan se tapaba los oídos tiernamente. -No hablen esas cosas. -decía mi pequeño monstruito.

-En realidad, yo seré todo de él, más bien soy yo la princesa. -les dije sonriendo.

Los hice reír. -No por nada te ponías mis tacones de pequeño. -decía mi madre.

-Jajaja, es cierto lo recuerdo. -decía mi padre.

Al parecer rápidamente me volví en el punto de atención, pero estaba acostumbrado mi familia me amaba y apoyaba en todo lo que me comprometía a hacer. Sentía que la vida al fin estaba dando frutos, todo parecía estar perfecto y en realidad así lo estábamos. Mi padre cada vez vendía más artesanía, como muebles, útiles esenciales para el hogar, mi madre vendía sus pasteles y recetas deliciosas y Kan progresaba cada vez más con los estudios a mi lado.

Económicamente nos encontrábamos bien, por lo que accedí a comprar nuevas telas y darme el tiempo de volver a correr realizando vestimenta adecuada para esta noche, si al menos me hubieran avisado con anticipación hubiera sido más elaborado, pero debía improvisar ante la situación.

(Adam)

-Feliz cumpleaños, mamá. Feliz cumpleaños, mamá. Feliz cumpleaños Reina Stella, que no los cumplas fatal.

- ¿"que no los cumplas fatal"? -preguntó con una sonrisa mi madre.

-Pues tenía que rimar, rimó ¿cierto?

-Eso creo cariño, muchas gracias. -dijo besándome la frente.

Le di un cupcake hecho por la maestra de la cocina, ella me enseñó a hacer algunos, pero no me resultaban, por lo que me di por vencido y la sra. Joan llegó al rescate quien es la maestra de la cocina.

El príncipe de mi puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora