Capítulo 2: Ay, vida

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Una semana después de ese día y 15 millones de reproducciones más a la canción, Maga reservó una mesa en un restaurante que tenía una terraza un poco fancy y que no era excesivamente costosa

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Una semana después de ese día y 15 millones de reproducciones más a la canción, Maga reservó una mesa en un restaurante que tenía una terraza un poco fancy y que no era excesivamente costosa. Necesitábamos hablar largo y tendido. 

Tenía un chongo hecho en la cabeza desde que había terminado de alisar mi cabello hace como una hora porque me gustaba que le quedaran algunas ondas. María Graciela estaba echándole no sé cuántas cremas a Majo en el rostro para preparar su piel antes del maquillaje. Yo estaba en el medio de la sala pintando las uñas de mis pies. La pantalla de mi móvil se iluminó con una notificación. Deslicé mi dedo en la pantalla y me metí en ello. El señorito, es decir, mi novio número 3, acababa de subir una historia de su perro. Boy, así se llamaba. 

Obviamente la respondí porque los perros eran mi debilidad. Hablo de las mascotas, claro. 

"The good boy!", escribí. Lo acompañé con una carita de enamorado que él respondió con un corazón. 

"I'm your good boy", replicó. 

Sonreí por eso y me reí. Si, si. Mi chico bueno que estaba a miles de kilómetros y tenía necesidades de gente grande. Me envió una fotografía de él acostado en su cama con Boy a su lado. Él, el perro, siempre estaba tranquilo. Creo que yo lo amaba por eso, por su quietud todo el día. Le respondí un corazón y le envié una foto de mí, con mi chongo en el pelo y todo. #CaroSinFiltros. 

Apagué la pantalla y volví a lo que estábamos haciendo. 

— Vamos a tomar hoy, ¿verdad? — les pregunté a Maga y a Majo —Aunque sea un trago. Es viernes. 

Maga asintió. 

—Es justo y necesario, amiga. Después del entrenamiento de hoy mi cuerpo necesita relajarse y un buen trago. 

—Y una quedada con un tío, también— esa fue Majo.

Solté una risa. 

—Iremos a por un café y una cena, tomaremos y nos liaremos con alguien. 

—Tú no, Caro. Tú no harías eso ni jugando

La miré mal. 

—Vamos a buscarte un prospecto primero, amiga. Después piensas en liarte con alguien— Maga habló. —Tu horóscopo es claro, linda. Paso uno y después paso dos. 

Majo subió y bajó las cejas repetidamente. Sonrió antes de hablar. 

— Y que te pondrán de cabeza...

—Ugh, basta, por favor— la interrumpí. 

Nos reímos. 

— Tu estás lista— le dijo a María José. —Vienes tu, guapa. 

Sonreí y me senté. 

—Iré a ver qué me pondré— avisó Majo. Su cabello en ondas iba detrás de ella de aquí para allá, enmarcando el bonito rostro que tenía y los ojos almendras que brillaban como si jamás hubiéramos salidos a por unos tragos antes.

UN BUEN AMOR (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora