26 - Sumi y Toudou

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Este par se dirigio al metro como muchas de las parejas que se habían formado ese loco día en ese lugar, sin saber porque Keiichi decidió acompañar a su ahora esposo hasta su casa.



En el trayecto ambos iban en silencio ninguno se atrevía a hablar y mucho menos en el metro donde había mucha gente y no sabían como se iban a tomar las cosas que si la gente les pudiesen oír.



Toudou se dirigió nervioso a la puerta del metro para bajarse en su parada, cuando se iba a girar para despedirse de su acompañante se asombro al ver que él le seguía.



No dijo nada al respecto porque pensó que vivía por ahí cerca, eso sería mejor porque si al final se iba a vivir con él estaría cerca de sus padres.



Keiichi - andando a su lado - ¿así que vives por aquí?



Toudou - sin mirarle - si... tú también ¿no?



Keiichi - mirándole de reojo - no, solo quería acompañarte.



Toudou le miro asombrado por esa acción, ese chico... ¿en serio solo salió por eso? ¿o acaso era por ganarse su favor? ¿que estaría pensando ese chico?



El resto del camino fueron en silencio sin apenas mirarse, realmente ninguno pensaba que tuviese nada en común, sin saber que compartían amistad con el castaño ojo verdes.



Al llegar a su destino Keiichi observo con curiosidad el edificio donde el joven vivía, era de dos plantas con cuatro apartamentos cada una ¿asi que tenía vecinos?



Keiichi - mirando el lugar - ¿cuál es tú casa?



Toudou - señanlandola - la segunda de la segunda planta.



Keiichi - levantando ambos hombros - bien, ¿cuánto crees que necesitarás para que te venga a buscar?



Toudou se quedó mirando al contrario asombrado ya que no se esperaba que se ofreciese a venir a buscarle, pero eso sería una buena opción él no tenía coche y su madre tampoco.



Toudou - mirándole nervioso - ¿te parece bien una semana?



Keiichi - sacando el móvil - bien contratare a los de la mudanza para entonces - mirándole - nos vemos en una semana.



Keiichi le dedicó una sonrisa que dejó muy sorprendido a Toudou tanto que no pudo ni hablar sólo le despidió saludando con la mano como un tonto, una vez que el otro se marcho.



Luego subió a su casa ahí fue recibido con su madre que estaba preparado la cena tan contenta ya que no sabía lo que había pasado ese día.



Toudou - soltando un suspiro - hai ma...



(No he encontrado los nombres de los padres de Toudou así que serán Sara y Eduardo)



Sara - sin mirarle - hola peque, lávate que casi esta la cena.



Toudou supuso que su padre tubo que irse de nuevo por trabajo, se fue a lavar y se cambió de ropa ahora a ver como reaccionaba su madre ante la noticia que le iba a contar.



Cenaron él estaba algo silencioso escuchando el día de su madre, no es que no quisiese intervenir solo estaba poniendo en orden sus pensamientos para ver como iba a contarle todo.



El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora