36 - Separados

285 23 39
                                    




Recordando el tiempo en que estuvieron separados fue un periodo doloroso.



Flashback.



No supo de qué forma fue pero de alguna manera Takahiro sospecho que algo raro pasaba entre esos dos.



De repente vino a buscarle a la casa, empaqueto las cosas de su hermano diciendo cosas como que su hermano le estaba molestando o de que si él estaba más pendiente del menor podía encontrale pareja.



Akihiko se sintió deprimido por eso pero no puso objeción ya que el menor y él nunca habían hablado al respecto sobre el tema.



Cuando él empezaba a sacar el tema Masiki se agobiaba y se ponía hacer cosas por toda la casa como un loco hablando de tonterías sin sentido.



Así que decidió dejar de sacar el tema, por su parte no tenía ningún problema en contar sobre su relación pero la opinión de su niño era muy importante para él.



Por otro lado el joven estaba asimilando el echo de que su hermano se le llevase a su casa sin pedir su opinión como siempre.



Ya en casa de su hermano se acomodo en su habitación, triste y apagado por lo sucedido, como era posible que su hermano le siguiese tratando como un niño, no podía dejarle tomar sus propias decisiones.



Fueron pasado los días poco a poco, sintiéndose cada vez más apagado y sin ganas de nada, Manimi se preocupaba mucho por eso.



Cuando hablaba del tema con su esposo este le ignoraba porque él sabía que es lo que le convenía a su hermano, ella soltaba un enorme suspiro derrotada y dejaba de hablar sobre el tema.



Un día Takahiro decidió organizar una cita con la hija de uno de sus compañeros de trabajo, al principio Misaki discutió y se enfado con su hermano.



Pero luego decidió ir no por eso tenía que defraudar a la muchacha y tal vez podian hacerse amigos por lo menos.



Quedaron por la tarde en un parque y dieron una vuelta, por los alrededores, hablaron de algunas cosas pero los silencios incómodos ganaban terreno tanto que ambos decidieron ir a una charla que se daba ahí cerca.



Misaki acompaño a la joven hasta su casa despidiéndose de ella, ninguno había disfrutado con eso así que no se intercambiaron los datos de contacto.



Cuando Takahiro se entero discutió con su hermano por no haber puesto de su parte, Misaki se sintió tan herido que estuvo tres días sin salir de su habitación, ni tan siquiera para comer a pesar de la insistencia de Manimi por eso.



Esta se enfadaba con su esposo cada día más, el joven se iba decayendo cada día más y el mayor no se daba cuenta de nada como siempre.



Por las noches y ya solo en su cuarto Misaki lloraba porque no podía estar con Usami, cuando cerraba sus ojos solo veía los de él de ese color tan extraño, extrañaba su olor a tabaco y incluso sus constantes toqueteos.



Andaba por la casa como un autómata haciendo las cosas por rutina sin ánimo ni alegría, sin hablar animosamente como hacía antes y respondiendo con monosílabos.



Iba a la editorial con la intención de que al menos ahí veria al escritor pero Aikawa le dijo que ya no venía a la editorial solo iba ella a su casa, no le dio más información ya que tuvo que salir corriendo a no se que hurgencia.



El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora