39 - Aisahina e Isaka

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Después de lo ocurrido en la editorial este par se quedó dentro para empezar a recoger el lugar uno por cada lado.



Ninguno de los dos hablaba sobre lo que había pasado en esta reunión, el uno se imaginaba que todo esto iba a pasar sobre todo con algunas parejas y el otro deseoso de que el mayor se le acercase.



Aisahina de repente fue llamado por el padre de Isaka este fue encantado con una diminuta sonrisa de lado pintada en su rostro.



Esto hizo que Isaka se sintiese desplazado como siempre, maldita sea como odiaba a su padre, sobre todo cuando pasaban estas cosas, llamó a un taxi y fue derecho a la casa familiar, sin hablar con nadie con ganas de tirarse en la cama para dormir y descansar se este día.



Por otra parte el padre de Isaka le llamó para tenerle ocupado ese hombre no le gustaba en absoluto, sobre todo desde que se dio cuenta que su hijo se acercaba de más a ese chico.



No sabía porque pero se imaginaba que algo así podría pasar, pero aún esperaba que su hijo se casarse con alguna jovencita y tuviesen una hermosa familia juntos.



Después tal vez no le importase que su hijo estuviese con ese hombre aún que sea a escondidas del mundo, teniendo esa relación tabú sin que nadie se enterase y menos él.



(Como no he encontrado el nombre de los padres les pondré yo unos, para los de Ryuichiro el padre Ralf y la madre Monica; los de Kauru el padre Grison y la madre Natalia, espero que os gusten)



Aisahina llego al despacho del mayor, llamo con suavidad y espero a que le diese permiso para entrar, entro con cautela e hizo una reverencia al mayor.



Ralf - serio - muchacho voy a encargarte de la organización de los archivos.



Aisahina - serio - si señor...



Ralf - sin mirarle - creo que tú solo podrás con eso y con lo otro que te corresponde - serio - porque eres muy bueno en esas cosas.



El joven acepto sin protestas como siempre, se marcho del despacho y fue directo a su casa, no mando ningún mensaje a Isaka ya que sabía que tarde o temprano el mismo vendría.



Empezó entonces la tediosa tarea de revisar el almacén, organizar los archivos y revisar lo que estos conteniesen para ver lo que era importante o no.



A la vez que seguía atendiendo sus funciones en la empresa, con mano firme y sin dudas, ya que pensaba que el hombre que le salvo la vida a él y su familia se lo merecía.



Luego llegaba a casa muy casado con sólo energías para asearse, tomar algo de cena y descansar agotado en la cama.



Mientras Isaka seguía en su casa, rabioso porque siempre era él quien daba los pasos para acercarse a ese idiota.



Cuanto le dio el primer beso de imprevisto, cuando pensó que se iba a marchar dejándole abandonado fue corriendo a su casa a por él y finalmente cuando le dijo que se sentían igual.



De esta extraña forma empezaron su larga relación él siempre estaba deseoso y ansioso por verle, mientras el contrario apenas se notaba que le quisiese.



Como siempre Aisahina se apartaba de él en algunas ocasiones, sobre todo cuando en el trabajo se acercaba a él, lo hacía porque no podía mentenerse alejado del mayor.



El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora