El hilo rojo del destino

37 - Los Takahashi

Después de esta extraña reunión en la editorial Takahiro estaba aún sorprendido no sólo porque su mejor amigo estuviese con su hermano si no por la actitud de su esposa ese día.

Estaba hablando con Misaki sobre el tema al hacerlo vio que el brillo de sus ojos había vuelto ¿tal vez se equivoco por querer imponer su voluntad? nunca se había parado a pensar en que quería su hermano.

Desde que sus padres fallecieron ese fatídico día, él se hizo cargo de su hermanito, tanto y de tal forma que a veces actuaba como un padre no como un hermano mayor.

Cuando su cuñado que casualmente era su mejor amigo vino a buscarle, le miró de mala manera aunque ninguno le prestaba atención.

Más bien le ignoraban, cuando su hermano propuso que les acercase a su casa y su amigo acepto él se sorprendió, pensó que después de haberles separado no le querrían tener cerca.

Se montaron en el coche de Akihiko por suerte Mahico se había dormido, si no su amigo no le hubiese dejado subir por si ensuciaba su coche.

Llegaron a casa rápidamente él quería que la nueva pareja pasase la noche con ellos así tener vigilados a ese par, pero su dulce esposa les dijo que no que debían estar juntos y solos sobre todo después de lo sucedido esos meses por su culpa.

Luego ellos subieron a casa en silencio aunque no tan incómodo como últimamente, mientras ella acostaba al bebé él se dispuso a hacer la cena para ambos, se sentaron uno enfrente al otro y cenaron en silencio.

Después de recoger se asearon y fueron a la habitación para descansar de ese largo día, ya ambos sentados uno al lado del otro metidos en la cama.

Takahiro - sin mirarla - siento lo que hice estos meses...

Manimi - mirándole con amor - tranquilo... - cerrando los ojos feliz - me encanta cuando eres así de sobreprotector...

Takahiro la miro sorprendido y al ver esa sonrisa en ella se sintió en paz, hacia mucho que no le dedicaba una de esas ¿tan mal se porto durante este tiempo?

Ya sabía la respuesta, si... bajo la cabeza arrepentido y ella le acarició la mejilla con mimo.

Manimi - hablándole dulcemente - querido... no estés triste - levantando su rostro - tú hermano te va a perdonar...

Takahiro - mirándola sorprendido - ¿tú sabias de ellos?

Manimi - apoyándose en su hombro - no realmente... - acurrucandose más - solo sospechaba...

Takahiro acarició a su esposa con cariño, realmente nunca se había fijado en esos dos y si había algo entre ellos, normalmente era un despiste andante solo se centraba en determinadas cosas.

Desde que su dulce esposa entró en su vida había cambiado en ese aspecto, poco a poco fue siendo menos despistado y aún así había cosas que se le escapaban.

Después de reconciliarse con su esposa y resarcirse de haberla tratado mal ambos se durmieron abrazados como siempre.

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Una semana después y para resarcirse otra vez de lo mal que trato a su esposa esos días, la llevó a una pequeña excursión a la que llevaron también a Mahico.