El hilo rojo del destino

32 - H. Usami y Henmi

El mayor salio del auditorio algo enfadado lo que menos quería era un tonto niñato por esposo solo hubiese querido a ese joven que le había llamado la atención.

Necesitaba pensar fuera de aquí se monto en su coche y le indico a su chófer que fuese rápidamente a su casa.

Dejaría una semana para que ese joven recogiese sus cosas y luego le mandaría a buscar, solo tenían que pasar un año conviviendo juntos, su casa era tan grande que seguramente ni le vería y sería fácil acabar rápidamente con todo esto.

Bueno ya pensaria en eso cuando llegase el momento... ahora solo quería tomar un largo baño relajante y descansar de ese día tan loco.

Mientras Henmi aún tenía que asumir que ese día se había ganado un esposo, solo se había quedado ahí porque tenía que hacer horas extras y entró en el auditorio por casualidad.

Algo decaído por como ese hombre le había tratado, se fue hacia el metro como tantos otros compañeros, no sabía cuando sería pero ese hombre le había dicho, no... más bien exigido que se tenía que ir a su casa.

Soltó un largo suspiro y casi sin darse cuenta llegó a su parada, aún asimilando su situación llegó a su casa, saludo a sus padres y su tío con una reverencia como siempre encendiendo una vela en su nombre.

Se quito los zapatos, se dio una ducha rápida y se metió en la cama al día siguiente debía madrugar y hacer muchos informes.

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Ambos jóvenes madrugaron cada uno en sus respectivas casas Henmi paso la mañana haciendo números informes pendientes, mientras Haruhiko atendía los tediosos casos de su padre.

Esta era una profesión que no quería no la eligió él, pero la necesidad de alabanza pudo con él y acabó haciendo lo que su padre quería.

Como estaba en el ordenador aprovecho para mandar un mensaje a su amigo para averiguar por los datos de su "esposo" ya que este era su jefe, pensar en él le puso rabioso, aunque ese joven no tuviese la culpa, le daba rabia.

Isaka le respondió rápido mandándole los datos de contacto del joven, al cual mando un email para decirle cuando iba a ir a por él.

Henmi recibo dicho email y se sintió abrumado, tenía poco tiempo para hacerse a la idea y muchas cosas que empaquetar.

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La semana fue pasando más rápido de lo que esos dos pensaban, Haruhiko mando a su chófer personal a por el joven mientras el servicio acondicionaba un par de habitaciones para el joven una de ellas icluia un amplio baño.

La limusina llegó al barrio del joven, el chófer llamó a este para ayudarle a llevar sus cosas, el joven se quedó sorprendido por eso pero se dejó ayudar.

Se monto en la parte trasera nervioso y asustado, no sabía muy bien lo que se podía esperar de ese hombre.

Llegaron a la parte externa de la ciudad, el joven miraba por la ventanilla sorprendido por el lugar en el que estaba, cuando llegaron a la casa se quedó sin habla ¿iba a vivir ahí? como iba a ir al trabajo si eso parecía que estaba en otra ciudad.

Al llegar a la puerta los empleados ya estaban esperando por él haciendo una fila en la entrada y al acabar esta estaba él... tan serio y tan rígido que parecía que le habían metido un palo por la espalda, se sorprendió al pensar en eso.