Apuesto a ti.

Capitulo 9

Pov _____     

    Lo invite a pasar y se quedó sentado en la sala de estar, le preparé un té de menta y le di unos panecillos. La verdad es que me sentía un poco incomoda por estar a solas con él en casa. A decir verdad, era la primera persona que me visitaba a parte de mis padres, y el hecho de que sea condenadamente sexy no ayuda en nada a mis hormonas. Pienso suspirando.

Después de bañarme y vestirme con un jean roto, un croptop que mostraba mi marcado abdomen, recogí mi cabello en un moño desordenado dejando mechones a los lados, y le makeup que usaba diariamente, solo que esta vez use un rojo fuego en los labios. Me coloque mis lentes de sol tipo aviador, recogí mi cartera y Salí.

-Disculpa la demora-Digo llegando a la sala.

-Está bien no te- ¿Cómo es que eso no se ve bajo el uniforme?  Vamos-Dice mirándome de arriba abajo con los brazos en los bolsillos.

Sin más, salimos rumbo a quien sabe dónde porque no me quiso decir sino que hasta que llegamos a un claro frente a un lago donde al parecer tendríamos un picnic.

-Bien, te lo concedo, es un lugar muy lindo para una cita- Digo sonriendo.

-Te dije que podría superar la sonrisa  del remitente de tu mensaje. ¿Qué decía que te puso feliz?- Pregunta mirándome.

-¿Me salió curioso el niño? Jaja, no, nada importante, era de alguien que me dijo que podía llamarlo por su nombre- Dije sin más mirando el atardecer. Estaba sentada con los brazos apoyando mi peso en la parte de atrás

-Ya veo- Veo que se levanta y se sienta a mi lado MUY CERCA, tan cerca que sus brazos se cruzan con los míos y su cercanía causa un sonrojo en mí. Nos quedamos largo rato hasta que nos fuimos y de camino toma mi mano y yo solo quiero morirme ahí mismo.

Cuando estamos cerca de casa empieza a llover y empezamos a correr hacia mi casa y el en vez de seguir hacia la suya entra conmigo a la mía.

-¡Vaya lluvia inesperada!-Digo empapada a mas no poder y pude ver su perfecto torso marcado a través de su ropa. Quise estirar mi dedo para tocarlo pero me reprimí y Salí de ahí antes que mis hormonas tomaran el control. Vuelvo con unas toallas y se las entrego.

-Puede pasar al baño si gusta para que se termine de secar. En seguida le llevaré un cambio de ropa, tengo unas pijamas que quizás le puedan quedar- Digo el asiente y va a el baño.

-Acá esta la ropa, la parte de arriba puede que le quede un poco estrecha, preparare té- Digo tocando la puerta del baño y saliendo despavorida antes de que salga y lo vea en paños menores. Después de ir a cambiarme fui a la cocina

Pov Aizawa.

    Estúpida lluvia de no haber sido por eso, la hubiera besado y esta estúpida apuesta hubiera terminado. Pero no puedo negar que estar en su compañía es reconfortante en un extraño sentido. Hacerla enojar se estaba convirtiendo en mi pasatiempo favorito, sonrió ante esto, ¿Pero que estoy diciendo? ella es mi alumna, esto no puede pasar, además es una niña. No, no es una niña, me lo demostrado. a pesar de tener un carácter del demonio, no me molestaría domar a esa fierecilla. Escucho que me ha traído la ropa pero cuando abro la puerta ya no está. Solo escucho unos pasos alejandose  Al probarme la ropa, en efecto la parte de arriba me quedaba muy corta y ya podía imaginarla riéndose de mí, así que opte por salir sin ella con una sonrisa ladina.

-Tenías razón la parte de arriba no me quedó- Dice llegando a al mi lado.

-Sí, de hecho a mí me queda un poco ajust- Dije volteándome

   De vaina no me morí cuando lo veo, SIN NADA ARRIBA, con el cabello envuelto en una toalla, y solo con el pantalón de pijama negro que dice muérdeme en letras neón. Solté la taza que tenía para preparar el té pero, héroe al fin, la agarro justo a tiempo de que impactara el suelo. Me entrega la taza y se quita la toalla del cabello para y la pone sobre mi cabeza y empezar a secarlo, me quedo paralizada ante aquel contacto al punto que no sé cómo respirar.

-Ve a secarte apropiadamente, yo prepararé él te- Dice dejando la toalla en mi cabeza y pasando por un lado.

-No hace falta ya está listo, solo falta colocar él te en la taza- logro articular y haciendo uso de mi Kosei (telequinesis) empiezo a sacar él te de la alacena y colocarlo en las respectivas tazas.

-¿Qué?- Digo extrañada por su forma de mirarme.

-¿Aquella vez si fuiste tú, no? ¿O sea que meengañaste?- Dice

-No, no lo engañé. Usted pidió que le mostrara mi Kosei, yo simplemente elegí uno de los dos para mostrárselo- Digo con un guiño.