Capitulo 1

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Ciudad de México .
Narra Macarena.
El reloj marcaba exactamente las 5:30 am, no había dormido en toda la noche, el día anterior mi jefe me había informado que me tenían un nuevo custodiado, y era nada más y nada menos que la primera dama de México, me sentía muy nerviosa pero era un gran paso para mi. Hoy era mi primer día en el trabajo y estoy segura que lo haré muy bien.
Conducía mi coche con dirección a la residencia Santana, hoy era mi primer día de trabajo y tenía mi cita con la primera dama a las 8:00 am iba con mucho tiempo de anticipación.
Cuarto de hora después mi coche estaba al frente de la casa, por supuesto una casa enorme y hermosa, baje del auto y me dirigí hacia la entrada.
-Que tal buen día-. Salude Cortésmente al   Custodio que me atendió-. Tengo una cita con la Señora Santana.
-Buenos días, ¿cual es su nombre?-. Pregunto el hombre.
-Soy Macarena Achaga-. Respondí amablemente.
-Claro, puede pasar, la señora Angelica irá con usted-. Dijo señalando a una mujer de algunos 70 años que me sonrió amablemente.
-Así que tú serás la nueva guardaespaldas de mi niña-. Dijo Angelica muy emocionada y tomándome del brazo guiándome hacia la casa grande.
-Si eso soy yo, me llamo Macarena, un placer-. Dije extendiéndole mi mano.
-Eres un encanto de mujercita-. Dijo respondiendo mi saludo.

Narra Bárbara.
-No quiero un guardaespaldas Patricio ya te lo dije por milésima vez-. Dije terminando de ponerme los aretes.
-Yo tampoco quiero que ningún hombre esté a tu lado Bárbara pero Zamora así lo sugirió.
-Ajá, y quién demonios se cree tu guardaespaldas para elegir por mi-. Dije alzando mi voz.
-Es el jefe de seguridad Bárbara el sabe porque lo dice, recuerda el atentado que tuvimos hace un par de días, piensa que dirá la gente que la primera dama, la esposa de Patricio Santana ande ahí por la vida sin un guardaespaldas, no ayudas para nada en mi imagen.
-Pues no estoy de acuerdo Patricio.
-Pues lo siento mucho mi amorcito, Zamora ya se encargo de llamar a la agencia de seguridad para que manden seguridad para ti.
-¿Y quién demonio es?-. Dije rendida.
-No lo sé, no tengo tiempo para eso, tú tendrás la entrevista con él personalmente, yo me tengo que ir y Zamora irá conmigo, así que te lo dejo de tarea-. Dijo tratándome de dar un beso pero giré mi rostro para evitarlo.

Patricio recién tomaba su cargo como presidente de la República, llevábamos 5 años casados, pero desde antes de mi él soñaba con ese día, hacia a penas un mes que se llevaría a cabo la toma de protesta y jamás lo había visto tan feliz, ni siquiera en nuestra boda.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por los leves golpes que llamaban a la puerta y agradecí al cielo por ello si no hubiera terminado hecha un mar de lágrimas al recordar el pesado y el presente.
-Mi niña soy yo ¿puedo pasar?-. La voz de mi dulce nana se escuchó detrás de la puerta.
-Claro que si nanita pasa-. Dije retocándome el maquillaje.
-Barbarita te vengo a informar que te espera tú custodio en la biblioteca.
-Ay nanita no quiero ni siquiera verlo, pero Patricio está empeñado en no ensuciar su imagen-. Dije levantándome de la silla y caminando hacia la puerta.
-Te va a caer bien mi niña, es un encanto-. Dijo Angelica muy emocionada.

Narra Macarena
Me encontraba sentada frente a un escritorio en la biblioteca más grande y más bella que mis ojos hayan visto, Angelica me informo que iría en busca de la señora Santana para informarle de mi presencia, así que me toco esperar sentada.

-Buenos días-. Una voz detrás mío me hizo levantarme de golpe de la silla.
-Buenos días-. Dije girándome para verla de frente. Y realmente mis ojos no creían lo que veían, por supuesto que la había visto antes, o sea es la primera dama de mi país, la veía en revistas y periódicos pero jamás la había apreciado tan cerca y se siente muy bien, mis ojos deleitados por la gran mujer que tenía en frente no pudieron evitar brillar-. Macarena Achaga, para servirle-. Dije extendiendo mi mano y regalándole una sonrisa, que por alguna extraña razón salió naturalmente.
-Bárbara López de Santana-. Dijo estrechando mi mano pero sin ningún gesto en su rostro.

Narra Bárbara

Entre a la biblioteca de mala ganas evidentemente, ya que no me gustaba la idea de traer a un hombre detrás mío todo el tiempo y menos porque sé que Patricio solo lo hace por su imagen y no porque le importe mi seguridad.

-Perdone pero me parece esto una broma señorita-. Dije después de las ya acostumbradas y formales presentaciones mutuas-. Es evidente que una mujer no puede hacerse cargo de mi seguridad y mucho menos de mi vida señorita Achaga-. Dije sentándome detrás del escritorio.
-¿Por qué no señora Santana?, soy buena en lo que hago y llevo muchos años dedicándome a esto, somos mujeres las dos y me parece de mal gusto que menosprecie nuestro género-. Expresó para mi sorpresa.
-Está confundida señorita no lo menosprecio, solo soy realista, y me disculpa pero yo no dejaré mi vida en manos de usted-. Dije sin más y me levante de la silla-. Le diré a Angelica que le de su pago de hoy, ya sabe por el tiempo perdido-. Dije nuevamente para después salir de la biblioteca.

-Cómo te fue con el nuevo custodio?-. Pregunto mi amado esposo, claro como si le importara.
-Resulta que no tengo nuevo custodio mi amor-. Dije sarcásticamente
-¿Por que bárbara?-. Pregunto rondando los ojos.
-Por que resulta que no es Él si no Ella, y claro que no voy a dejar mi vida en manos de una mujer, y no estoy menospreciando mi género como lo dijo la señorita Achaga, simplemente no me agrada la idea-. Dije abriendo un libro para comenzar a leer.
-Entonces tú quieres a un hombre? Para que? Sabes algo me agrada la idea que tú custodio sea una mujer, así no tendré que ser luego el presidente cornudo-. Dijo enojado-. Mañana mismo llamas a esa señorita y le pides una disculpa, ah! Y le pides que retome su trabajo, y no es una pregunta Bárbara es una orden-. Dijo sin más y se acosto a dormir.

Narra Macarena.

Realmente no entiendo como una mujer puede despreciar el trabajo de otra mujer, soy de la creencia que las mujeres debemos apoyarnos, pero parecer ser que algunas no piensan igual y claro yo respeto, solo que ahora estoy nuevamente sin trabajo. Bufé golpeando el volante del coche ya que estaba atorada en el tráfico de la bella Ciudad de México.

Mi sueño fue interrumpido por el ruido de mi teléfono indicándome que tenía una llamada entrante, mire el reloj y eran las 6:30 am, ¿Quien será a esta hora? Me pregunte a mi misma.

-Hola?-. Respondí la llamada.
-Buenos días señorita Achaga espero no haberla despertado-. Dijo una dulce voz detrás del teléfono.
-No, no te preocupes. Disculpa ¿quién eres?-.dije bostezando.
-Soy Bárbara López de Santana, primera dama de México-. Dijo y como por arte de magia el sueño desapareció de mi.
-Perdón señora Santana no sabía que era usted-. Dije apenada por haberla tuteado.
-Está bien señorita Achaga, llamo para pedirle una disculpa por el día de ayer, no fue uno de mis mejores días-. Dijo con una voz dulce.
-No tiene porque disculparse señora yo respeto su pensar-. Respondí
-Bien, también llamo para pedirle que regrese a su trabajo, lo pensé bien y creo que usted es la indicada para custodiarme. La espero aquí a las 8 en punto, hasta luego.
No me dio tiempo de contestar, pero no podía ponerme mis moños, necesito ese trabajo.
Eran las 7:55 am y me encontraba en la biblioteca en la cual había estado el día anterior.
-Bueno días-. Saludo la primera dama sin ninguna expresión en su rostro, me pregunto si así será siempre. Pero claro eso no le quita lo hermosa que es, y lo guapa que se veía especialmente hoy, llevaba puesto un vestido corto hasta las rodillas color rojo, unos tacones del mismo color y su cabello ondulado caía por sus hombros.

-Buenos días-. Respondí cortésmente.
Buenos días-. Escuché una voz detrás de mi-. Un placer conocerla señorita Achaga-. Y para mi sorpresa era el presidente de la República, Patricio Santana.
-El placer es mío señor presidente-. Dije estrechando su mano.
-Me da gusto que usted sea quien cuide a mi esposa-. Dijo tomando a la primera dama de la cintura-. Usted deberá permanecer todo el tiempo junto a mi esposa, recién tuvimos un atentado en el estado de Morelos y no quiero que le pase nada a mi amada esposa-. Dijo y le dio un beso a Bárbara en la boca, la primera dama se veía incómoda lo podía ver en su expresión.

Hola bbcitaaaaas, espero les agrade el primer capítulo, es la primera vez que escribo algo y hace mucho tenía en mente esta historia, pido disculpas si no está bien redactada, lo hago con mucho cariño y respeto para todas🙏🏼 gracias por leer.

The first lady (BARBARENA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora