Capitulo 30

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Narra Bárbara

"Cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tu vida con una persona, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible"
— Billy Cristal

Canción sugerida. Amor clandestino, Maná

Alce mi mirada y pude ver unos ojos color verde llenos de lágrimas y podía ver la angustia de aquella mujer en su mirada.

-Primera dama-. Escuche su voz.

Mi cuerpo reaccionó e inmediatamente se lanzó a sus brazos, mis lágrimas habían secado, pero ahora nuevamente estaban saliendo.

-Perdóname Soledad-. Musité.

-Usted no fue la culpable señora-. Respondió ella profundizando el abrazo.

-Pero, esa bala era para mi-. Dije entre sollozos.

-Fue un acto de amor Bárbara -. Respondió muy a penas, ya que las lágrimas salían más y más.

-¿Un acto de amor?-. Respondí intrigada.

-Mi hija la ama Bárbara-. Dijo y pude ver una leve sonrisa en su rostro.

-Y yo la amo a ella Soledad, te lo juro-. Respondí sonriendo también.

"Familiares de la señorita Macarena Achaga"
Escuchamos como el médico nos llamó.

-Soy su madre-. Respondió Soledad inmediatamente.

-Bien, señora tuvimos que operar a su hija de urgencia, nadie pudo firmar la autorización, así que tuvimos que actuar de inmediato.

-Se lo agradezco mucho doctor, ¿cómo está ella?-. Preguntó angustiada.

-Está en terapia intensiva señora-. Respondió el doctor un poco serio-. Voy a darles la oportunidad de que entren a verla, su estado es muy delicado, así que quizás le sirva un poco a la paciente escucharlas.

-¿Puedo entrar yo?-. Pregunte casi rogando.

-Claro que si Bárbara-. Respondió Soledad tomándome de las manos-. Dile que la amo y que estoy aquí.

Yo asentí y bese la mano de Soledad, por alguna extraña razón Soledad me daba mucha paz, seguí al médico y me llevo a ponerme vestimenta quirúrgica para poder entrar a la habitación, termine de prepararme y seguimos hacia una habitación un poco aislada de las demás. El médico abrió la puerta y yo entré.

-Ella la va a escuchar señora-. Dijo el doctor para después salir.

Me acerqué a la camilla, pude ver cómo tenía muchos aparatos conectados a ella, las lágrimas nuevamente salían y rodaban por mis mejillas.

-No tenías porque hacerlo mi amor-. Dije acariciando su rostro.

Logré sentarme en una orilla de la cama, tome su mano y comencé a acariciarla con mi boca dejando pequeños besos sobre ella.

-Estoy completamente segura del amor que siento por ti Macarena, cada día te encargaste de hacerme saber que quiero pasar el resto de mi vida contigo, y hoy lo confirmo totalmente, estoy enamorada de ti Maca, de tu perfume, de tu cabello, de tus ojos, de tu sonrisa, de tus manos, de tu vida. Tienes que luchar, tienes que salir adelante, tienes que llevarme a Mar de plata nuevamente, correr por la arena y hacer el amor en el mar, no me importa lo que tenga que perder siempre y cuando te tenga a ti-. Mis lágrimas abundaban con cada palabra-. Estoy dispuesta a renunciar a todo, siempre tuve miedo,   jamás pensé que alguien pudiera amarme tanto como yo lo hago, eres la luz de mi oscura vida, de mi muy apagado camino, jamás había sido tan valiente en la vida, siempre los demás decidiendo por mi, recalcándome lo que está bien y lo que está mal.
Quiero que me escuches, quiero que luches por favor-. Dije aún llorando.

The first lady (BARBARENA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora