Capítulo 34

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La tierra giró para acercarnos, giró sobre sí misma y en nosotros, hasta juntarnos por fin en este sueño.

-Eugenio Montejo.

Narra Bárbara.

El médico nos informó que podíamos sacar a Macarena del hospital, dijo que mágicamente había mejorado mucho, Macarena me echo una  mirada pícara, me sentía muy feliz, era un verdadero horror estar en este hospital.

-Gracias por estar aquí mamá-. Escuche cómo Macarena agradecía a Soledad por estar con ella.

-Vida, sos lo más importante-. Dijo dándole un beso en la cabeza.

Macarena iba en una silla de ruedas hacia la salida del hospital, soledad la empujaba y yo llevaba una maleta y los papeles para poder salir.

-¿Se va, primera dama?-. Vi como Emma aparecía de la nada haciendo que Soledad detuviera la silla y yo también.

-Si-. Respondí.

-Qué pesar-. Respondió seria-. Bueno, nos habíamos hecho buenas amigas-. Dijo inmediatamente.

-Si, pero gracias a Dios ya podemos irnos, me urge salir de aquí-. Respondí resoplando.

-Entiendo, de verdad fue un placer para mí compartir este tiempo con usted, es una mujer hermosa y muy interesante-. Dijo sonriendo.

Escuche como Macarena aclaraba su garganta.

-Tan grosera mi amor qué no nos presentó-. Escuche la voz de Macarena-. Soy Macarena Achaga. Dijo extendiendo su mano.

-Mucho gusto, soy Emma-. Dijo estrechando su mano.

-¿Nos vamos amor?-. Pregunto Macarena tomando mi mano.

-Si, claro que si-. Dije y me di la vuelta.

-Un placer señora Bárbara, de verdad espero verla pronto y que acepte mi propuesta-. Dijo viéndome.

-Hasta luego Emma-. Dije caminando.

Salimos del hospital con ayuda de la seguridad de este mismo, había mucha presa afuera desde hace días, yo no tenía ganas de hablar con nadie. Había hecho un plan con Soledad, quería hacerle una sorpresa a Maca, estamos pasando por momentos verdaderamente difíciles y quería que ella sintiera un poco de paz después de tanto tiempo en el hospital.

Había preparado una cena en una casa en el lago, era una cena de libertad, eso teníamos ahora, libertad, por eso decidí que fuera al aire libre, porque somos libres Justo ahora, nuestro amor es libre.

Soledad y Macarena fueron a casa de Maca y yo me dispuse a ir al súper, compré un poco de vino y mezcal, Macarena era fan. Compre algunas flores frescas y unas cuantas cosas más.

Conducí hasta la casa del lago, adorne un poco con flores frescas y ordené un poco la parte de atrás de la casa la cual tenía un lago.

Prepare algunas botanas y una cena deliciosa. Comida Mexicana, hace mucho no cocinaba.

Conseguí una bocina para colocar un poco de música y por supuesto limpié el piano, iba a darle un concierto a la persona que me dio fuerza cuando pensé que no podía tenerla más.

Corrí hasta el coche nuevamente y fui corriendo hasta donde Macarena, ella estaba hermosa! Seguro Soledad ayudo a arreglarse un poco.  Mis ojos no se despegaban de ella, y creo que los suyos tampoco de los míos.

Llegamos a la casa, una casa muy rústica y colonial, era color azul y tenia cantidad de flores afuera, tenía una pared pintada con la cara de Frida Kahlo y Chavela Vargas.

The first lady (BARBARENA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora