Capitulo 35

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Narra Bárbara
Estaba camino al hospital ya que olvidamos algunas cosas de Macarena, me sentía feliz de saber que estaba por fin fuera del hospital, la música sonaba fuerte, intenté llamar a Patricio algunas veces pero no respondió.

Baje del auto y caminé hacia la entrada del hospital, vi a la enfermera que traía las cosas que olvidamos, ella me las regresó, le agradecí y regrese a la puerta, mi teléfono sonó y al ver la pantalla bufé.

-Quiero hablar con mi hija-. Fue lo primero que dije.

-Buenos días primera dama-. Respondió sarcásticamente.

-Quiero hablar con Camila-. Dije y las lágrimas corrían por mis mejillas.

-Ella no está, la pobre tuvo que salir del país para olvidar que su madre es una infiel, y desviada-. Dijo alzando la voz y colgando el teléfono.

Iba caminando y mis ojos se nublaron las lágrimas que derramaban, sentí como golpeé a alguien con mi hombro y las cosas de Macarena cayeron al suelo.

-Lo siento tanto-. Dije bajando y tomando las cosas.

-Tranquila primera dama-. Dijo bajando conmigo y ayudándome a recoger las cosas.

-Emma, yo a usted la veo hasta en la sopa-. Dije limpiando mis ojos y después ponerlos en blanco.

-Tengo mucha suerte de eso-. Dijo feliz.
-Y yo tengo la más pésima -. Respondí.

-Ahora, ¿puede aceptar mi sesión de fotos?-. Preguntó feliz.

-¿Si yo acepto esa sesión usted me deja en paz?-. Pregunté rendida.

-Yo no creo que usted quiera que la deje en paz-. Dijo muy segura.

-Haría cualquier cosa por ya no verla más-. Respondí segura.

-Listo Bárbara-. Hagamos esa sesión y yo no la molesto más.

Yo asentí y seguí caminando...

-¿Ajá pero donde la localizo?-. Pregunto corriendo tras de mi.

-Usted tiene que encontrarme-. Respondí sonriendo.

Llegué a casa y Soledad y Macarena estaban listas, hoy regresábamos a México, extrañaba tanto estar allá.
Con Macarena decidimos llegar a Monterrey, una de las propiedades de mi abuelo estaba a mi nombre y tuve que reclamarla para llegar allá.
Soledad pidió quedarse unos días con nosotras, yo me sentía feliz, no todas las suegras son malas, pensé.
Llegamos al aeropuerto y emprendimos nuestro viaje a México. El avión aterrizó y pude ver las montañas que rodean al ciudad, me estremecí cuando recordé mi niñez aquí.

Pasaron hora y media y llegamos a la casa, la cual era enorme, no la recordaba así de grande, recordé que mi abuela me contaba que mi abuelo la ampliaba para mis hijos... sonreí de lado al recordar a mi pequeña hija.
Soledad estaba feliz con tantos árboles y flores en el enorme jardín, una fuente ⛲️ divina, el agua sonaba mientras caía, sonreí y me sentí feliz de ver cómo mi abuelo estaba logrando todo lo que quería para su casa.
Las llaves que tenía eran viajas y fue difícil abrir la puerta, no había nadie ahí que nos recibiera, el refrigerador estaba vacío, los muebles tenían polvo, pero la fuente nunca dejó de dar agua era extraño.
Había bastante habitaciones y la casa era rústica por dentro y por fuera, todo era Perfecto.

Los abogados llamaron para decirme que el caso no iba del todo bien, yo asentí, sabía que no será fácil, pero seguiré en la lucha...





... Ha pasado ya un tiempo y Macarena está perfecta! Ambas buscamos trabajo, Macarena tiene suerte por su experiencia, pero yo no he obtenido lo mismo, Soledad ha viajado de regreso a Argentina amenizando con volver pronto, espero que así sea.
Me siento tranquila pues ahora puedo ver a mi hija por video llamada una vez a la semana.
Mi madre se ha acercado a mi, cree que puedo confiar en ella pero sé sus movimientos.
Valeria a venido a visitar a Macarena un par de veces, no me cae muy bien, pero me gusta su acento, así que la tolero.
Angelica ha venido a escondidas de Patricio, y me trae fotos de Camilita, eso me hace sentir más tranquila.
Los medios han dejado un poco el tema, Amelia Ventura me llama para entrevistas, la mando al carajo.

The first lady (BARBARENA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora