Narra Bárbara. Sentí un fuerte golpe contra mi rostro, dos segundos después ya me encontraba tirada en el suelo, las lágrimas corrían por mi rostro y no podía detenerlas, la sangre caía de mi boca al suelo. -Perdóname mi amor-. Escuche decir a Patricio el cual se encontraba de pie a mi lado. Subí mi mirada para encontrarme con la suya, y veía todo en sus ojos menos arrepentimiento. Trate de levantarme, pero su voz me detuvo. -No te levantes y dime de quién estás celosa-. Dijo autoritario. -Estás loco-. Grité -Seguro tienes un amante -. Dijo poniéndose a mi altura y tomándome del cabello. -Suéltame Patricio-. Dije entre sollozos. -Pobre de ti si tratas de verme la cara de estúpido Bárbara-. Dijo apretando los dientes-. Tú eres mía, entiendes-. Dijo dándome un beso mordiendo mi labio inferior. Y soltando mi cabello bruscamente. Escuche la puerta cerrarse indicando que Patricio había salido y termine por recostarme en el suelo, cada vez lloraba más y más, necesitaba tanto a Macarena, en la vida había necesitado tanto a alguien, sus ojos, su dulzura, su forma de expresarse, me confortaba siempre, y justo ahora la necesito mucho más. Desperté por el ruido de la puerta y vi a mi nana entrar con una bandeja de comida. -¿Que hora es?-. Pregunte tocando mi cabeza. -Mi niña-. Dijo mi nana con lágrimas en los ojos-. ¿Que te pasó?-. Dijo tomándome del mentón. -No me vengas a decir que no se dieron cuenta-. Dije quitando su mano de mi rostro. -Perdóname-. Dijo agachando su cabeza. -¿Que hora es?-. Repetí poniéndome de pie sosteniéndome del escritorio. -Son las once y media de la mañana-. Dijo tomando la bandeja de comida-. Te traje café y fruta-. Dijo acercándome la bandeja. Tome la taza de café y me senté detrás del escritorio sobre la silla a disfrutar del café. -Quiero algo muy picante para comer-. Dije bebiendo de mi taza de café. -Esta bien mi niña, ¿que te parece unos chilitos rellenos?-. Dijo viéndome fijamente. -Esta bien-. Dije viéndola también. -Tu esposo dijo que vendría a comer, ¿quieres que te ayude a preparar tu ducha?-. Dijo abriendo la puerta . Y yo solo asentí. Salí de la biblioteca y caminé hacia la escalera subí los escalones y solo escuchaba a los empleados saludarme, llegué a mi habitación tomé mi celular y pude ver las miles de llamadas perdidas que tenía, ignoré todo, seguí hacia el baño y la tina estaba llena de espuma, perfecto para relajarme, me desvestí y entré a la tina. Trate de evadir los pensamientos pero fue inevitable no recordar, la imagen de Macarena contra la camioneta tomándome de la cintura, automáticamente una sonrisa se formó en mi rostro, cerré mis ojos y todos los momentos vividos con Macarena llegaron a mi mente, desde la primera vez que la vi, hasta el día del segundo beso. Tome mi toalla y salí de la ducha, abrí mi guardarropa y tome mis prendas, una falda a cuadros por debajo de la rodilla, una blusa de manga larga, y unos tacones. -Mi niña-. Escuché a mi nana entrar a mi habitación-. Llegó el presidente, te está esperando en la mesa-. Dijo viéndome de arriba abajo-. Te ves muy linda-. Dijo sonriendo y yo sonreí también. Mi nana salió de mi habitación y yo terminé de arreglarme el cabello, hoy no tenía ganas de pelear, ni de hablar y mucho menos con Patricio, no tenía planeado salir, pero quería verme bien, presiento que hoy será un buen día.
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Baje las escaleras y entre al comedor, caminé hacia la mesa y me encontré con Patricio de pie y a espaldas mío. -Mi amor-. Dijo sin voltear a verme-. Quiero pedirte perdón, ayer no sé qué me pasó-. Pausó-. Te traje esta esta rosa rosa, para que veas que estoy arrepentido-. Dijo volteando a verme al fin. -Esta bien-. Dije seria. -Maldita sea Bárbara-. Dijo tirando la rosa al suelo-. Quiero hacer las cosas bien, pero tú no me dejas-. Dijo acercándose a mi-. Mira nada más tú ropa-. Dijo y yo retrocedí un paso-. Necesito que te cambies ya!-. Dijo pasando su mano por su cabeza. -Así me siento bien-. Dije y podía escuchar mi voz llena de miedo. -¿Qué!?, claro seguro irás a ver a tu amante vestida así-. Dijo y tiro una bofetada sobre mi mejilla, perdí el equilibrio y mis brazos cayeron apoyándose sobre la mesa. Las lágrimas nuevamente caían sobre mis mejillas. -Ya basta Patricio-. Dije sin verlo. -Perdóname mi amor-. Dijo tomándome por la cintura y volteándome hacia él haciendo que nuestras miradas se encontrara-. No me mires así amor-. Dijo acariciando mi mejilla-. Tú tienes la culpa de todo, a mi no me gusta pegarte, pero tú me provocas, lo sabes ¿cierto?-. Dijo dándome un beso en los labios. Y yo solo asentí-. Me voy y cuando regrese quiero verte bien vestida de acuerdo-. Dijo acomodando su traje y saliendo por la puerta.
Narra Macarena. Era sábado y el reloj marcaba las cinco y media de la tarde, la noche del día anterior no pude dormir, sentía la necesidad de regresar a la ciudad, Valeria y su familia son personas muy amables y trataban de hacerme sentir bien, es solo que mi deber es cuidar a Bárbara, no me pareciera corrector estar aquí, y pensar que aún falta un día completo para poder regresar con Valeria a la ciudad. -¿Quién te roba tanto el pensamiento?-. Escuches voz de Valeria. -Es la señora Bárbara-. Dije sin pensarlo y Valeria alzó ambas cejas-. Es decir, mi deber es cuidarla, yo debería estar allá con ella-. Dije preocupada. -Ay Maca por Dios, con todo el dinero que tienen seguro ya le asignaron otro escolta que te sustituya en estos días-. Dijo sin importancia. -Si, pero yo quiero cuidarla personalmente-. Dije poniéndome de pie. -¿A donde vas?-. Dijo Valeria confundida. -Muchas gracias por todo Valeria pero me regreso a la Ciudad ya mismo-. Dije dándome la vuelta y yéndome sin más.
Hola chic@s aquí les tengo otro capítulo 💕 espero que sea de su agrado, muchas gracias por darse el tiempo para leer mi historia, por votar y por cada uno de sus comentarios. De corazón gracias 🙏🏼
