jealous 2

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Llegaron al karaoke el grupo de siempre. Chitoge que como no aguantaba las ganas venía cantando alegremente por todo el camino. Con Tsugumi a lado, sonriendo por ver a su Ojou tan feliz. Marika siguiéndoles detrás, que las ignoraba avergonzada, como si no las conociera. Y al fondo Shuu y Ruri peleando como siempre. Todos se adelantaron a la habitación que tenían reservada dejando a Raku y Kosaki para ordenar la comida.

La barbie que hace de recepcionista lo nota de inmediato. Le dedica una mirada especial exclusivamente para el. Lo checa de arriba abajo. Alto, recio, con unos penetrantes ojos tan negros como su alborotado cabello, y esa mirada seria mientras ojea el menú. Debía ser suyo. Se lame los labios y esboza su mejor sonrisa atrapa hombres.

Raku se acerca y empieza a ordenar como de costumbre, pide la habitación de siempre por un par de horas y que le lleven botanas y bebidas como para alimentar a un batallón (Chitoge venía hambrienta). Cuando se disponía a retirarse, la chica lo entretiene. Se inclina tanto en la barra que casi se le echa encima. Saca un panfleto y empieza a hablarle de las promociones.

Kosaki los observa con recelo. No le gusta para nada la manera en que lo ve, reconoce esa sonrisa y mirada coquetas, las ha visto en Marika cientos de veces. Recordó cuando Chitoge le comento, que estas situaciones de chicas queriendo ligar con él se estaban volviendo tan comunes, que ya hasta le pasaban mas a el que a ella. Incluso hasta bromeó acerca de hacerle utilizar una alianza falsa para así quitarle tanta harpia de encima.

Había que hacer algo al respecto. Lo toma de la camisa y la jala ligeramente, en un gesto que le dice: apresúrate. Raku distraido por la barbie, ni lo siente.

La falsa rubia (se le notaba en las raíces del cabello) nota el fallido intento de Kosaki para llamar su atención, la ve de reojo y sonríe de forma burlona. Continúa con sus seductoras maniobras. Hora de sacar el armamento pesado. De manera furtiva junta los brazos para que sus modestos pechos se esponjen como pan fermentando, y se asomen por el escote de su pequeña y descarada blusa. Al yakuza, sus acciones le pasan por encima de la cabeza y sigue viéndola directo a los ojos con una mirada tan seria que sólo la hacía desearlo más.

"Mira, ahorita tenemos una promoción para clientes regulares, por qué no me das tu dirección de correo electrónico y así te registro como VIP?" le dice con su empalagosa voz, a la vez que alarga un brazo y lo toma juguetonamente de la chaqueta, todo sin quitarle sus coquetos ojos de encima. Era un gesto que parecía decirle a Kosaki "Mira y aprende novata". El corazón se le empieza a acelerar. Frunce el ceño medio milímetro y estruja la agarradera de su maleta, molesta con el descaro de la chica... si tan sólo ella tuviera un poco de esa osadía.

Lo del correo es obviamente una trampa, hasta ella lo sabe. Pero acaso Raku lo habrá notado? como si no lo conociera... por supuesto que no. Y a este paso la va acabar dando hasta el pin de su tarjeta de crédito. No queda otra opción, la situación lo amerita. Cierra los ojos, resopla sus miedos y se lanza a salvarlo.

Toma su mano con decisión, y entrelaza sus dedos con los suyos. Eso es todo lo que necesita.

Raku queda estupefacto al instante ante el gesto. Voltea a verla y se encuentra con una adorable Kosaki totalmente sonrojada de sonrisa tímida. El corazón le da un vuelco dentro del pecho, es demasiado linda. Siente un impulso irresistible de precipitarse hacia ella, abrazarla, besarla, y procrear una familia ahí mismo.

"Raku... vamos" le dice dulcemente. Nótese que no fue una pregunta si no una orden hecha y derecha.

"Si!" el responde apretando su mano con ternura y con una respuesta que prácticamente le sale del corazón.

Mientras tanto la recepcionista ya tiene rato hablándole.

"Hey, me está escuchando? Tu correo? Hola!?" apunto estaba de gritar, sonaba irritada.

Pero la pobre es ignorada monumentalmente. Y es que ahora mismo para ellos, no existe nadie más en este mundo. Juntos empiezan a caminar hacia la habitación sin quitarse los ojos de encima.

Nisekoi-REDonde viven las historias. Descúbrelo ahora