fishing

269 7 0
                                    

Era un día perfecto, soleado y cálido. El mar tenía un precioso color azul verdoso y unas enormes olas golpeaban la playa, formando una cresta de espuma que se extendía a lo largo de varios kilómetros. El aire olía a salitre y había una leve brisa que impulsaba las nubes en el cielo.

En el mar, Chitoge dominaba las olas en su tabla de surfear dando gritos de júbilo y haciendo piruetas que dejaban en ridículo a los profesionales. Tsugumi le seguía detrás con cámara en mano, enfocada en la misión de no perderse ningún segundo de lo increíblemente linda que se veía su Ojou.

En la playa, Fuu juguetonamente tiraba de los lazos del bikini de Haru, mientras esta se resistía. El nuevo miembro del grupo, Hikari, presionaba a Paula para que dejara de ser tan cobarde y se animará de una vez por todas en entrar al mar.

En la cima de una montaña de arena, un balde se sacudía violentamente y los gritos de un conocido cuatro ojos pedían auxilio. A su lado, Ruri sonreía diabólicamente mientras metía algunos cangrejos más dentro para que le hicieran compañía.

Descansando en una tumbona bajo la sombra de un sombrilla, se encontraba Marika; la pobre estaba agotada de tanto jugar con Raku (o de perseguirlo más bien). A su lado Honda la abanicaba casualmente con su sombrero de paja, mientras leía un libro.

En la terraza de la villa, una sonriente Kosaki observaba al grupo disfrutar sus vacaciones de verano. Estaba esplendorosamente hermosa hoy, estrenando su nuevo bikini (porque los viejos ya le quedaban algo ajustados (cosa que le alegró)) amarillo con estampado de flores que se le ceñía al cuerpo como dios manda, resaltando sus encantos. Adornado con un pareo amarillo semitransparente atado a sus caderas. Lo único que le pesaba era que le había salido un poquito caro por que...

"T-te ves increíble Onodera, re-realmente te queda muy bien..."

Sonaba nervioso pero eran justo las palabras que estaba buscando. Y con eso el bikini había valido cada centavo.

Respiro hondo tratando calmar su acelerado corazón e intentar bajar el sonrojo. Se armó de valor y se giró sobre sus talones para mirarle de frente.

"Gracias Ichijou-kun" le agradeció con una sonrisa tan dulce que extiendo la vida del universo otro trillón de años.

El joven venía saliendo de la villa. Vestía una camiseta vintage azul cielo con la palabra DURAN escrita en el pecho y unos pantalones cortos de malla negros (de esos hecho para nadar). Un atuendo muy veraniego.

Raku camino junto a ella para observar las locuras que hacían el resto del grupo.

"Parece que hoy todos se ven muy enérgicos. Cada quien haciendo lo suyo..."

Ella rió por lo bajo. El simple hecho de verlos disfrutar tanto de sus vacaciones la hacía feliz.

"Me alegra que todos se están divirtiendo tanto. Debo recordar darle las gracias una vez más a Chitoge-chan"

"See~, quién hubiera pensado que su familia tenía una villa en tan hermoso lugar. Pero y tu Onodera? tienes planeado hacer algo hoy o... esto..." se le atoraban las palabras en un repentino ataque de timidez. Carraspeó y continuó "Te gustaría venir a pescar conmigo?"

"Pe-pescar?" pestañeo repetidamente por el asombro.

El chico y ella pescando solos? a su corazón le encantaba la idea. Pero el problema era que lo más cercano que había hecho a pescar, era jugar esos juegos infantiles de festivales, donde con una vara intentas atrapar un pez de madera en una pequeña piscina. Y hasta eso se le daba fatal.

"Me encantaría, pero yo nunca antes he pescado y odiaría ser una carga"

"Esta bien no te preocupes. Pescar no es la gran cosa. Ya verás que en un ratito aprendes, yo te puedo enseñar" Raku se señaló a sí mismo con el pulgar, en un gesto lleno de confianza. Después de todo, si le había podido enseñar a una gorila, Onodera no debería ser problema.

Nisekoi-REDonde viven las historias. Descúbrelo ahora