cherry

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Tras abrir la caja una docena de postres multicolores salieron a relucir. Rápidamente el aroma a galleta, chocolate y canela se esparció por el ambiente, asaltando sus cerebros y abriendo sus apetitos.

—¡Whoa! Kosaki-chan se ven deliciosos, ¿tu los hiciste? —los ojos de Chitoge brillaron como una noche estrellada, era justo lo que necesitaba para hacerle compañia a su ya zampado bento de cuatro pisos.

—No, para nada —respondió ella con modestia— Haru hizo la mayor parte, yo solo los adorne. Son parte del producto que quedó por el festival de primavera. Siéntanse libres de tomar cuantos quieran, ahi suficiente para todos.

Entre gritos y alabanzas todos agradecieron la amabilidad de la chica.

Esta vez el grupo de costumbre se encontraba sentado bajo la sombra de uno de los pocos sakuras de la escuela, en un improvisado hanami. Y es que como Chitoge y Tsugumi nunca habían festejado tal evento, el resto pusieron manos a la obra y aprovecharon las fechas para darles el gusto.

—Ichijou... para ti.

La chica del largo mechón le pasó un monstruoso quequito doble (que por supuesto, había sido hecho especialmente para él) con una de sus sonrisas angelicales, de esas que le recordaban a uno lo bueno de la vida.

—Gracias Onode-

—¡Yahoo! ¡Estos pastelillos están deliciosos! —como siempre Shuu con su voz de payaso interrumpiendo la dulce escena, aun con un pegoste de crema de vainilla en la cara. Dio un trago a su te y continuó diciendo—. Y estas cerezas aún tienen sus tallos. Oigan chicos, ¿alguno de ustedes a escuchado hablar de la prueba del buen besador?

—¿La prueba del buen besador? —inquirió la rubia sin mucho interés, estaba distraída con la caja de postres, decidiendo cual engullirse primero.

—Ignórelo señorita, apuesto que debe ser una de sus estratagemas y solo esté planeando algo pervertido —sentada a su lado, Tsugumi, siempre alerta a los enfermos locales.

—Yo sé lo que es —respondió solemnemente Tachibana Marika, quien en ese momento estaba recibiendo un pastelillo —Gracias Kosaki. Básicamente es una prueba que dice que si puedes atar un nudo con el tallo de la cereza utilizando solo tu boca, es constancia de que eres un besador excepcional. Y como no hay mejor momento que el ahora. Raku sama si serias tan amable de prestarme tu atención un minuto.

Una vez que la pelirroja se aseguró de tener los ojos del chico bien puestos en ella, procedió a arrancarle el tallo a la cereza de su pastelillo, después lentamente lo introdujo entre sus rosados labios. Un segundo despues ¡Bam!, el tallo salió de su boca anudado.

Raku arqueó las cejas sorprendido ante la facilidad con lo que lo había hecho y de la forma más natural posible.

—Y esto no es nada, ahora mira esto.

Alargó la mano a la caja de postres y arrancó un par de cerezas más, despues las introdujo a su boca junto al ya previamente anudado tallo. Esta vez se tomó su tiempo, sus labios se movían ligeramente tras una sonrisa coqueta de la que Raku había quedado completamente embelesado. Finalmente su boca se abrió y su lengua mostró lo increíble: ¡los tres tallos estaban atados entre ellos!, y no solo eso, incluso parecía que formaban una especie de letra, ¿una R quizás? era absolutamente ridículo. Y todo lo había hecho con extrema parsimonia y sin romper contacto visual con el.

Esta vez los ojos del yakuza se abrieron de par en par, y sus labios formaron un silencioso "¡Wow!". Casi asustaba el control que tenía esta chica con la lengua. No pudo evitar sentir algo creciendo en su interior. Llamémoslo curiosidad. Una curiosidad por conocer más acerca de los trucos que se ocultaban tras esos finos y delicados labios.

Nisekoi-REDonde viven las historias. Descúbrelo ahora