Nisekoi-RE

jealous

"Así que, creen poder ayudarnos?" pregunto Onodera con una mirada tímida y su sonrisa angelical.

"Por supuesto, dejanoslo a nosotros" Raku contestó con firmeza empujando su pecho hacia fuera con orgullo.

Onodera les paso la voz de que una kohai suya necesitaba ayuda con la mudanza de sus cosas, la chica estaba excitada porque por fin saldría de la casa de sus padres a su propio departamento. Pero como no tenía amigos varones, acudió a su senpai por ayuda. Raku y Shuu aceptaron y pronto las demás chicas se les unieron.

Ya en la casa de la kohai, Raku y Shuu se encargaron de los muebles pesados, mientras las chicas de las pequeñeces. Lentamente sacaron, sillones, escritorios, una cama, entre otros muebles.

El problema es que estamos en verano, las temperaturas subían hasta los 40°C y con una humedad del 90%. 'Gracias calentamiento global' pensó Raku, mientras se limpiaba el sudor de la frente.

No aguantando más el calor, el joven se quitó la camiseta, dejando ver su torso fuerte y varonil; que tal vez aun no llegaba a la altura de Adonis, pero las clases de kendo ya le habían dejado unos abdominales bien esculpidos.

Marika gustosa se lanzó encima del joven, chuleandolo a cada momento, y no era tan obvio pero las otras chicas presentes también lanzaron miradas furtivas llenas de deseo. Pero desgraciadamente esto no le cayó muy bien a cierta rubia, quien irritada, tenía una cara de pocos amigos.

Al finalizar el primer día, la mitad de las cosas estaban ya de camino a su nuevo hogar, los chicos se despidieron, pero al parecer la rubia necesitaba ayuda con un asunto 'privado', así que se llevó al heredero yakuza prácticamente a rastras.

Al día siguiente se volvieron a encontrar para continuar con la mudanza. Chitoge y Raku llegaron juntos ese dia, al joven yakuza se le veía pálido, exhausto, como si su alma se hubiese ido, y con unas ojeras negras como si no hubiera dormido en un millón de años.

Shuu como buen observador que es, entendió perfectamente la situación y en cuanto se quedaron a solas, prefabrico una sonrisa de pervertido de manicomio y empezó a indagar.

"Mmfufu~ se ve que te fue bien anoche, picaron" le dijo con una risilla traviesa.

"Permiso para hablar libremente" codigo clave para conversaciones 18+ entre camaradas.

"Concedido" le respondió con firmeza el general Shuu.

"Anoche..." Raku tomó una pausa respiró hondo y continuó "Fue increíble, apenas pude dormir nada, nunca la había visto tan agresiva, estoy lleno de moretones, arañazos y mordidas. Casi tuve que venir en silla de ruedas, me dejó hecho polvo"

No lo malentiendan, Raku es bastante bueno en su deber, pero el problema es que Chitoge tiene la estamina de un maratonista olímpico, si ella lo deseaba podía durar días en el acto, y el joven se bofea subiendo la colina caminó a la escuela.

La sonrisa de Shuu se agudizó aún más.

"Por supuesto que se iba poner así, está marcando su territorio, después de las miradas que te lanzaron las chicas ayer, se siente celosa" le dijo con un tono de sabelotodo.

Raku meneó la cabeza y encogió imperceptiblemente de hombros.

"Realmente no entiendo como piensan las mujeres"

La mudanza siguió y después de un rato finalmente terminaron de empacar y subir todas las cosas al camión, el joven yakuza sólo pensaba en irse a descansar, le faltaba una buena noche de sueño.

Pero apenas se despedían cuando la rubia del listón rojo lo tomó de la mano, arrastrándolo una vez más.

"Espera un segundo, tu no vas a ningun lado, necesito que me sigas ayudando... con lo de ayer. Voy a recoger mis cosas y nos vamos" su domadora le ordenó, después volvió a entrar a la casa.

Shuu quien de nuevo observo la situación, rió y se burló.

"Mmfufu~ buena suerte hermano, la vas a necesitar. Ya lo puedo ver en el periódico de mañana, primera página, 'Joven local muere por Snu-snu'"

"Ya cállate" le respondió con desden.