-Es una tontería.-me dije a mi misma.-Él ni siquiera va a leerlas.-volví a decirme.Recuerdo que leía un libro de unos chicos enamorados.
Ellos se enviaban cartas muy seguido.
En el primer libro todo terminaba bien.
Ellos se casaban.
¿Y si así terminábamos Caleb y yo?
Me pregunte.
-Vamos, Gabrielle. Tu puedes, sólo ponla en el buzón.-me ordene.
Entonces lo hice.
Mi cuerpo se paralizo.
Mi carta estaba dentro del buzón y ya no había forma de sacarla.
Cuando el segundo libro salió.
Los chicos ahora esperaban su tercer hijo.
Las cosas se complicaron, y ellos se separaron.
¿Puedo evitar esa parte?
-Ojalá puedas leerla.-le dije ahora a él. Aunque sabía que él no me escuchaba.
No hubo un tercer libro.
Los chicos quedaron con su historia incompleta.
O quizá ese era el final.