La lluvia

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-Armin tienes muchísimos libros. - Historia inspeccionaba la habitación de su nuevo amigo. Traía la ropa que le había prestado que, aunque Armin era un hombre delgado y no muy alto, le quedaba enorme. Ambos chicos habían lavado sus prendas y las habían colocado dentro de la casa para que se secaran en medida de lo posible.

-Oye me prestas esté. Se ve interesante. - Historia sostenía el libro que Armin había estado leyendo en el tren que lo trajo desde Shiganshina. - Si, claro. Es interesante. Cuenta la historia de un viejo pescador, que harto de no atrapar ningún ejemplar, se propone no regresar a tierra hasta que capture una pieza. - Armin recorría la habitación mientras colocaba su bolsa para dormir en el piso, pues a Historia no le agradaba quedarse sola en un lugar desconocido y decidieron que dormirían en la misma habitación. - ¿Quién es ella? - Al voltear Armin pudo ver como Historia sostenía la fotografía de Annie en sus manos, Armin había olvidado por completo que la había colocado en el libro a modo de separador. Así que nervioso empezó a tartamudear sin poder dar una explicación adecuada de quien era la chica de la foto.

Historia se sintió muy decepcionada, se había equivocado con Armin, el muy hipócrita tenia novia y aun así la invitaba a dormir a su casa y ella había caído por completo. Era tan tonta. - Armin creo que no puedo quedarme aquí. - Historia dijo esto mientras caminaba hacia la puerta de la habitación con todas las intenciones de irse de allí en ese preciso momento. - ¿Qué haces His? Aun diluvia allá afuera. Si te molesta que este en la habitación puedo irme a otra. No te vayas, ¿Esta bien? - Historia había cambiado su semblante, su cara inexpresiva. - No, lo que me molesta es que tengas novia y me hayas invitado tu casa. Eso es lo que molesta. Si me permites me tengo que ir. - Historia emprendió de vuelta el camino, pero Armin la detuvo cerrándole el paso. - Annie no es mi novia. Nunca lo fue y nunca lo será. -

Armin se sintió triste al decir estas palabras, pero a la vez liberado, como si un peso invisible que había soportado por mucho por fin lo abandonara. Así que con esta sensación nueva le platico a Historia todo de Eren, Mikasa, Annie y él. Una vez que concluyó su relato, miró a su nueva amiga, se sentía vacío, pero de una buena manera, como si acabara de volver a empezar.

Historia miraba a Armin, él también había sufrido mucho y decidió solo confiar. - ¿Y de que más habla el libro? - Historia colocó la foto de la chica dentro del tomo y con mucha atención escucho de que trataba el maravilloso volumen. Sin pensar en ningún momento en la fotografía de la mujer que contenía.

En el restaurante Mitras...

Levi estaba aturdido. La cabeza había comenzado a dolerle. Sabía lo que podía esperar de Hanji, pues desafortunadamente ya lo había herido con anterioridad, pero aunado al dolor de saber que los diez años que pasaron juntos no significaron nada para ella, estaba lo que le había dicho de Mikasa. Simplemente no podía ser verdad, Hanji disfrutaba verlo sufriendo por eso le había dicho una mentira tan ponzoñosa. La otra Ackerman jamás haría algo como abandonarlo en un lugar por seguir a otro hombre. Simplemente era imposible.

El dolor en la cabeza del bibliotecario empezaba a volverse insoportable, hasta las tenues luces del hermoso restaurante herían sus ojos. Su pierna izquierda se movía nerviosamente de arriba abajo, haciendo que todo en la mesa bailara con el movimiento de su agitada extremidad. Levi no soportó la angustia de la duda y decidió salir del Mitras para acabar de una vez con su pena. Pues ya no estaba dispuesto a que nuevamente lo abandonaran por otro. Nunca más.

Minutos antes...

Mikasa estaba realmente feliz, pese a todo lo que había imaginado Levi había aceptado salir con ella, la había defendido de un idiota y lo pudo besar.

Al recordar los labios del bibliotecario, Mikasa no pudo evitar compararlos con la fruta más dulce del mundo y su sabor aún continuaba indeleble en sus labios. Por si fuera poco, el ogro era hijo de Kuchel Ackerman, cuando sus padres lo supieran saltarían de la emoción, pues el novio de su hija era familia de su intérprete favorita de toda la vida que llevaban juntos.

Una novela para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora