Mientras yo esté aquí... [Inazuma Eleven]

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Gabi

-¿Sabes cuando te dan el alta? - preguntó Michael.

-Aún no - respondí - Pero me siento bien, ya no he vuelto a tener dolor ni falta de aire, no creo que tarden mucho en dármela.

-Aún así, si te la dieran el entrenador Evans no te dejaría jugar durante un tiempo - anunció Samguk.

Me quedé en silencio. Mi intención era contarle al entrenador Evans lo de mi enfermedad, solo a él, sé que si se lo pedía, me guardaría el secreto mientras yo estubiera en condiciones de jugar. Pero si se lo contaba, cabía la posibilidad de que no me dejara jugar. Ya no sabía que hacer. «¿Se lo cuento al entrenador o no?». Todo este tema me daba dolor de cabeza, estaba mejor cuando no sabía nada de esto.
Suspiré y miré el reloj. Las siete y media. Agradecía que los chicos vinieran a visitarme, pero necesitaba un rato a solas para pensar. Aunque, cuando los chicos se fueran, vendría Nathan.

-Adiós, nos vemos pronto, capitán - se despidió Subaru.

-Eso espero - me despedí moviendo levemente mi mano izquierda - Adiós chicos.

Los chicos se fueron y entró Nathan, que debía estar esperando a que terminásemos.

-Siento venir tan tarde - se disculpó mientas entraba - Aquí tienes - me lanzó la baraja de poker.

La cogí con velocidad. Estaba enfermo pero seguía teniendo reflejos.

-Agradezco - coloqué la baraja en la mesita al lado de la cama.

-Me temo que no podremos hablar. Tengo asuntos pendientes con los siguientes entrenamientos del equipo, así que tengo que irme. Te prometo que mañana vendré.

-No te preocupes - dije con una sonrisa - Hasta mañana.

-Adiós enano.

Nathan se marchó con una sonrisa en la cara, al igual que yo. Nos burlábamos constantemente de los defectos del otro, con cariño, obviamente.
«Que sueño, mejor voy a dormir ya».
Me tumbé en la cama y me propuse dormir.