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Gabi

Suspiré al mismo tiempo que apoyaba la cabeza sobre el puño. Lengua. Como odiaba la clase de lengua. Yo no era una persona de letras, a mi me iban más la ciencias y la matemáticas.
Si a eso le sumamos que el asiento mi lado estaba vacío, la clase se hacía aún más aburrida. «Tengo tantas ganas de volver a verte, Riccardo» pensé. Llavaba ya mucho tiempo sin ver a mi mejor amigo, lo echaba mucho de menos.
La clase pasó lenta, pero porfin ya era hora de volver a casa. Menos mal, si me llego a quedar un minuto más allí me explota la cabeza. Tenía un leve dolor en el pecho, era poco, pero yo lo notaba. Bajé las escaleras deprisa. Fui a mi taquilla, dejé los libros que no necesitaría para hacer los deberes i agarré mi skate. Era raro llevar uno al instituto todos los días, pero mi casa quedaba al otro lado de la ciudad, y había un buen rato a pie. Salí del edificio despidiendome de mis compañeros, dejé el skate en el suelo, me subí y me impulsé con el pie derecho. Ya hacía rato que Nathan debía haber salido del instituto, pero dudé que estubiera en casa. No llevaba llaves, así que debía encontrarlo. Decidí llamarlo.

-Vamos contesta - susurré con el teléfono en la oreja.

¿Hola? - dijo Nathan al otro lado del teléfono.

-Nathan, soy Gabi. ¿Dónde estás? Me he dejado las llaves en casa.

-Estoy en el barrio de tiendas, me he encontrado con un amigo y estábamos hablando. Si vienes te las doy.

-Vale, gracias - colgué, e impulsé de nuevo el skate.

El dolor en el pecho iba aumentando. «¿Qué ma pasa? ». Aumentaba por segundos, cada vez me dolía más.
Vi a lo lejos a Nathan sentado en un banco de la calle, hablando con un chico con el pelo verde lima, recogido en un moño. Si no recuerdo mal, se llamaba Jordan Greenway.

-Hola Gabi - me saludó Nathan cuando me acerqué a ellos - Aquí tienes - me tendió el brazo, dándome las llaves.

Intenté ocultar el dolor por un instante para mantener una conversación normal.

-Gracias - agarré las llaves.

-¿Le conoces? - preguntó, señalando al chico.

-Jordan Greenway, ¿verad? Nos ayudó a vencer al sector V - dije, intentando formar una sonrisa, que más bien debía parecer una mueca.

-Menuda memoria, hace tiempo que no veo a nadie del Raimon. Tu eras Gabriel, ¿cierto? - dijo él

-Sí, me alegro de volver a verlo señor Greenway - respondí.

-Vamos tranquilo, llámame Jordan - dijo con una gran sonrisa de oreja a oreja. Menudo tipo más alegre.

En ese momento noté un pinchazo en el pecho, como si me hubieran dado una patada allí. También empezaba a faltarme el aire, y debia respirar con más fuerza. Intenté no hacer caras raras, para evitar que Nathan se preocupara.

-Bueno, yo me voy a casa - dije con prisa, intentando buscar una excusa convincente para irme - Tengo muchos deberes, si, eso.

Madre mía, mentir no se me puede dar peor.

-¿No quieres quedarte un rato? - preguntó Nathan.

-No, no quiero molestaros. Adiós.

Impulsé el skate para irme lejos, pero no me dio tiempo. Me faltaba el aire, los pulmones me ardían, y noté otro pinchazo en el pecho. Las piernas me fallaron a causa de la falta de oxígeno, y caí al suelo. Lo veía todo borroso y los oídos me pitaban. Oí a Nathan gritar algo, creo que mi nombre. La vista se volvió completamente negra, y dejé de escuchar a la gente de mi alrededor murmurar cosas sobre mi. No sentía nada.

Mientras yo esté aquí...  [Inazuma Eleven] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora