Mientras yo esté aquí... [Inazuma Eleven]

14

Gabi

-Ah sí, yo también me acuerdo de ese día, ¿fue tu compleaños verdad? - le pregunté a Gaia.

-Eso - sonrió.

Pasamos un buen rato comentando y riendo de las fotos. Me encantaba el ambiente familiar que había entre los tres, era mágico. Cuando nos quisimos dar cuenta, ya era tarde, y yo el día siguiente tenía clases.

-Anda Gabi, a la cama, que luego por la mañana estás que no te aguantas - me dió una palmada en la espalda Nathan.

Me despedí de ambos, y me fuí a dormir. Tardé bastante en conciliar el sueño. No sabía por qué motivo, pero me costaba respirar. No quise decirle nada a Nathan porque no quería que se preocupase. Estaba disfrutando unos pocos días con mi hermana, y no quería estropearlo. La noche pasó muy lenta.

"Bip bip, bip bip".
«¡Que alguien apague ese aparato del demonio!» pensé. Le di un puñetazo leve al botón del despertador para que se callase de una vez. Abrí los ojos con dificultad. Me los froté con los puños y me levanté de mi cama. No quería ir al instituto, lo único que quería era dormir un rato más. Tadavía me costaba un poco respirar, pero no era muy molesto. Nathan se había pedido el día libre, para estar con Gaia, así que tenía que ir solo hasta la otra punta de la ciudad. Como odiaba la ciudades grandes... Supongo que el hecho de venir de un pueblo que a duras penas llega a los 200 habitantes hace que la ciudad me parezca un mundo aparte.
Desayuné rápido, recogí mi skate y me dirigí hacia el instituto. De camino me encontré con Víctor. Detuve mi marcha para ponerme a caminar junto a él.

-¿Hoy no vienes con el entrenador Swift? - preguntó con su frialdad de siempre.

-No, se ha pedido el día libre - contesté.

Él asintió, y miró hacia delante.

-¿Puedo hacerte una pregunta? - dijo.

-Si claro - respondí.

Se lo pensó un poco, pero al final respondió.

-¿Qué relación hay entre tú i el entrenador Swift? No os pareceis en el físico, asi que dudo que seais familia.

-Ah, eso - respondí - No, no somos família de sangre. Él es el novio de mi hermana mayor.

-Ya veo. A tu hermana nunca la he visto, no vive aquí ¿verdad?

-No, ella vive en Europa. Dice que se siente un poco sola, pero ya se ha acostumbrado.

-¿Tus padres no viven con ella? - preguntó con curiosidad.

Se me heló la sangre. Esa pregunta me había pillado con la guardia baja.

-No - respondí secamente.

Entonces entramos en el instituto y nos dirigimos hacia la sede del club.

-¿Te costó adaptarte cuando llegaste aquí? - me preguntó una vez dentro - Quiero decir, viniendo de Europa no sabías hablar japonés ¿no?