Capítulo 6: Aclaración

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Desperté en la mañana, justo antes de que todos lo hicieran, eran poco antes de las 6 AM, así que me levanté y me alisté con todo lo necesario para la escuela.
Gideon había llegado casi a las 3 AM de ese día. Seguía sin entender que hizo y a donde fue. Él era bueno ocultándolo y si no lo hubiera visto, no hubiera sospechado de nada.

Salimos de casa en el auto de mi tía, nos trajo al colegio y ella continuó manejando hasta su trabajo. Me encantaba admirar como ella podía salir adelante, manejando su propia empresa y llevando todo acabo muy bien.

Entré a la escuela, faltaban algunos minutos, por lo que simplemente esperé. Instantes después llegó Dahyun, se acercó a mí, pero no me saludó como antes lo hacía, simplemente llegó hasta donde estaba y se quedó parada sin hacer nada.

—Necesitamos hablar —dijo seria.

En ese momento me tomó de la mano y me llevó a un lugar en donde no había mucha gente, en uno de los costados del edificio. No había hablado con ella en estos días, así que no sabía que es lo que me diría.

—¿Qué fue lo que pasó el viernes? —preguntó.

—Nos besamos, ¿no te gustó?

—No estoy diciendo eso, al contrario, me gustó, me fascinó, solo quiero saber ¿qué somos?, ¿A dónde vamos?

—Somos amigos, no me malinterpretes, créeme que a mí también me gustó mucho, pero no quiero presionar el acelerador a fondo. Nos conocimos hace poco y no quiero ir muy rápido, no me gustaría que esto se nos saliera de las manos.

—Entonces, ¿qué hacemos?

—Vamos a ver qué pasa, podemos ir poco a poco. Realmente no quiero que se presionen las cosas, dejemos que todo fluya, y si el momento se vuelve a repetir, será con todo gusto, pero no me gustaría que todos se enteraran de lo nuestro, sino que fuera algo espectacular, ¿me entiendes?

—Está bien, te entiendo y lo voy a respetar, no quiero ser de esas chicas toxicas que hacen lo que la pareja no quiere.

—Así me gustas —sonreí.

En ese momento me incliné hacía ella y le di un suave beso en la mejilla, para posteriormente dirigirnos al salón de clases.

Esperaba que esta semana fuera más tranquila, pero la gracia de la vida es que la imprevisibilidad es el pan de cada día.

Después de la clase de literatura, me dirigí a la clase de ciencias. Era en un laboratorio de química, así que me senté enfrente de una barra, en donde había muchos instrumentos, incluyendo probetas, mecheros, etc.

El profesor era de edad muy madura, calvo, con lentes redondos parecidos a los de botella y con un nombre bastante extraño. Realmente todo eso no me importaba, solo que me llevé una desagradable sorpresa, el profesor al pasar lista, dijo el nombre que menos quería escuchar, “Daphne Fisher”, ella estaba en esta clase y apenas me había percatado. Debía de ser una pésima broma.

La clase solo fue de introducción. El profesor nos explicó el reglamento del laboratorio, los materiales que eran necesario traer y las partes que componían la misma.

Al terminar la sesión, ya era momento de retirarse, por lo que tomé mis cosas y caminé rumbo a la puerta de salida, pero cuando estaba a punto de traspasarla, Daphne, que es uno cuantos centímetros más baja que yo, se paró enfrente de mí.

—Deja de seguirme —dijo seria.

En ese momento dio la media vuelta, dándome la espalda, para retirarse lentamente. Eso en verdad me molestó, por la que la tomé del brazo y la obligué a que se diera vuelta para verme.

Venganza con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora