Venganza con amor

Capítulo 18: Vancouver

La presentación de Dahyun la había adorado con toda mi alma. Era un motivo más para amarla, algo de lo que nunca me cansaría.

Como se había sido el último día de clases, ahora todos estábamos en vacaciones navideñas. Justo ahora me encontraba en el aeropuerto, con mi maleta en mano y los boletos del avión en la otra.

Esto me recordaba a cuando llegué a Boston desde Los Ángeles. Ahora abandonaría esta ciudad, pero en esta ocasión ya no estaría solo, sino que me acompañaría mi novia y mis amigos.

Aunque todo no era tan sincero. Tenía que mentir ligeramente para poder estar aquí, y no me refiero a mi tía.

---- Dos días antes ----

Oliver acaba de retirarse de casa. Su visita había sido muy gratificante y positiva. Gracias a ello había obtenido el permiso necesario para abandonar la ciudad y el país a su vez.

—¿Por qué me pediste permiso para salir del país? Tú te emancipaste hace meses —comentó confundida mi tía.

—Porque ellos no tienen que enterarse de eso.

---- Actualmente ----

Inmediatamente una mano tocó mi mano, comenzó a acariciarla y empecé a deducir quien era aquella persona.

—Dahyun, mi amor, te he extrañado mucho —dije con ligera tristeza.

—Cariño, solo no nos hemos visto en un par de días, además ya estoy aquí —tomó mi mejilla y me robó un beso.

—Tranquilos, están en un aeropuerto, no pueden hacer nada —escuchamos a Chae decir.

Oliver, Maggie, Chaeyoung y Luke habían llegado hasta nosotros. Ahora todo el club estaba completo, para disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Reímos después de hablar un poco, tomamos todo nuestro equipaje para llegar a la zona de arribo. El frío de la ciudad cada vez estaba más marcado, por lo que sería algo bueno que nos acostumbráramos al clima, más en esta época del año.

Subimos al avión, que no era muy grande, y partimos rumbo a Canadá, especialmente Vancouver. Habíamos viajado del Atlántico hasta el Pacifico. Era un vuelo de varias horas, pero debido a que habíamos llegado al aeródromo con mucha anticipación y demasiado temprano en la mañana, aquello sólo había sido un simple trámite.

El aeropuerto de Vancouver era bastante curioso. Bajamos del avión, y después de una rápida espera de revisión, encontraríamos nuestro transporte.

Toda la ciudad estaba cubierta con nieve. Al ser una ciudad demasiado fría, era común ver ese escenario. Todo se veía increíblemente bello.

Primero iríamos a una mansión a las afueras del lugar, cerca de las montañas, y ya mañana llegaríamos a la cabaña en medio del bosque, una increíble aventura.

Subimos al taxi, que prácticamente era una camioneta, y condujo hasta la entrada de aquella mansión, que por supuesto nos fascinaba.

—Tu casa es realmente grande —dijo Luke alucinado cuando entramos.

Él no había mentido, la casa era gigante, recubierta de madera de pino, piso de mármol gris, unos soportes que eran blancas, parecidas al yeso, y ventanales gigantes. La decoración tenía estatuas, pinturas y objetos de un valor incalculable.

—No es mía, es de mis padres, pero casi nunca la usamos, solo cuando estamos de vacaciones, lo cual eso es casi nunca.

—Me siento ofendida por ser la primera vez que vengo aquí —comentó bromista Dah.