Capítulo 17: Festival

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Lo que pasó ayer había sido tan raro que dudaba mucho que se volviera a repetir. Tendría que encontrar una forma de utilizar esa información a mi favor. Tenía una idea bastante clara: aprovechar todo lo que tenía a mi alcance, sin importar que sucediera. Posiblemente podría chantajearla con lo que sabía, pero después pensaría más a fondo eso.

Entré a la escuela y traté de encontrar a Dahyun. No me sorprendería no encontrarla pronto. Suponía que debía de estar muy ocupada. Hoy era su concierto y varias personas están estresadas.

De repente un cuerpo me empujó hacia el baño de hombres. Todo pasó tan rápido que no me di cuenta de quien era la persona que lo hacía. Cuando por fin entré pude notar que Daphne había provocado aquello. ¿Qué es lo que quería?

—Esto es el baño de hombres, no puedes estar aquí —dijo un chico a Daphne.

—¡Largo! —respondió muy molesta.

Los dos chicos que quedaban salieron corriendo despavoridos. Como cuando tú mamá te da una orden y sabes que las cosas se pondrán feas si no la obedeces.

Ahora estaba sólo con ella. Eso me ponía tenso. ¿Por qué debía de ocurrir esto? Intenté calmarme, no quería hacer una escena.

—Creo que es un lugar raro para tener intimidad —sonreí divertido.

—¿Qué fue lo que viste ayer? —preguntó enojada.

—Avengers, Dr. House, la venganza de los electroalces...

—Sabes que no me refiero a eso —insistió.

—¿Entonces? Ah, espera, ¿te refieres a que tu vida no es tan perfecta? —dije malicioso.

—Ni se te ocurra decir una sola palabra de lo que viste.

—¿O si no qué? ¿Le dirás a todo el mundo que no tengo padres? Eso ya lo hiciste.

—Siempre hay una forma de hacer sufrir a alguien.

—¿Y qué harás? ¿Interferir en mi relación con Dahyun? No creo que lo hagas. Sabes que tengo suficiente información para perjudicarte, no te conviene —dije confiado.

—¿Entonces qué demonios quieres?

—Nada, con el simple miedo que me tienes basta. Acéptalo, Daphne, no tienes nada.

Sonreí triunfante y salí del baño dejándola atrás. Eso había sido la mejor conversación que había tenido con ella. Simplemente todo salió perfecto. Pude chantajearla a mi antojo, al fin sería lo que yo quería y me podría quitar a ella de encima. Eso era un gran alivio.

Pero claro, eso no se iba a quedar así. Cumpliría con destruirla. Ahora con ese miedo sería más fácil hacerle daño. Ahora todo se acomodaba en su lugar.

Ahora continuaba por los pasillos. Quería encontrar el salón, me sentía ligeramente desorientado por lo que había pasado.

Justo cuando di la vuelta en una esquina, una persona jaló de mi camisa para llevarme hasta ella, entre los casilleros. ¿Ahora quién era?

Cuando me di cuenta era Dahyun quien lo había hecho, por lo que sentí un gran alivio y alegría. Me encantaba verla, así que podía estar tranquilo.

Inmediatamente me dio un beso. Fue un beso bastante intenso, algo que agradecí con todo mi corazón y que correspondí de igual manera.

—¿Eso por qué fue? —pregunté cuando el beso acabó.

—Tengo nervios, tus besos me ayudan a calmarme.

—Creo que tienes aún nervios, te los quitaré.

Venganza con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora