Clases De Interpretación

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Sara.- Bienvenidos seáis todos a vuestras clases de interpretación, yo seré vuestra tutora, lo que resta del semestre, permítanme darles la enhorabuena por estar aquí.

Luisita.- (tarde como siempre) *toca la puerta*

Sara.- *Abre la puerta* Buenos días, diga.

Luisita.- Buenos días, mi nombre es Luisa Gómez, he venido a las clases de interpretación.

Sara.- Llegas 10 minutos tarde... podéis pasar pero que se os haga costumbre.

Luisita.- *entra al salón* Disculpe.

*Saliendo de las clases, en casa de María*

María.- ¿Y que tal te ha ido en las clases? *le da un trago a su café*

Luisita.- Pues, ni bien ni mal María... *toma un churro*

María.- ¿Cómo es eso Luisi?

Luisita.- Pues vamos a ver María, que sí que me ha gustao pero la profesora es una pesada...

María.- ¿Quién es vuestra profesora?

Luisita.- Sara... Sara algo la verdad que no me acuerdo el apellido.

María.- (Interrumpe) Calla Luisi que ya se de quien habláis, Sara una pelirroja.

Luisita.- ¡Esa justamente!

María.- Es una loca cuando se lo propone, debéis tener cuidado con ella.

Luisita.- ¿También ha sido tu profe? ¡Mira que unos consejos no me vendrían mal!

María.- Pues no... fue compañera mía, pero vamos que le quitaba el novio a cualquier despistada y despistado, que se decía que también era libanesa...

Luisita.- *mordiendo su churro, casi se ahoga* (habla con la boca llena de comida) ¡Pero vamos María a mí que más me da!

María.- ¡Luisi No habléis con la boca llena, que he visto tu comida verme directo a los ojos!

Luisita.- ¡Huy pues perdón! Pero tu casi me matáis! (pone cara triste) Como sea María necesito vuestra ayuda o tampoco podré hacer nada en el mundo de la interpretación...

María.- (se queda mirando a Luisita) ¡Vamos a ver Luisi, que lo harás bien caramba, solo tenéis que confiar en ti cariño!

Después de una tarde de merecida plática con su hermana Luisita se dispuso a ir al Asturiano a ayudar a su abuelo con los quehaceres.

Pelayo.- *Limpiando la barra* ¿Y dime charrita, que tal vais con ese noviete tuyo?

Luisita.- *Limpiando los vasos* Pues supongo que bien abuelo... ¿Por qué lo dice abuelo?

Pelayo.- Bueno charrita, lo digo por la pelea que habéis tenido...

Luisita.- (habla sin importancia) Oh eso... si ya se le pasara (alza los hombros) igual abuelo ya sabe que con Pablo es mejor dejarlo que haga sus dramas aparte, que últimamente me da una pereza abuelo.

Pelayo.- (voltea a ver a Luisita) Mira Luisita, cuando falta el cariño es mejor cortar por lo sano.

Luisita.- Que dice abuelo, que Pablo y yo no vamos a cortar.

Pelayo.- Lo bueno que tú aún lo quieres, se necesita cariño para luchar por una relación... ¿Por qué tú aún le quieres verdad?

Luisita.- (Nerviosa) *desvía la mirada* Yo, yo... oh mire abuelo el afilador, voy a llevar los cuchillos.

Y a pesar que Luisita se logró estoquear de su abuelo, lo cierto es que esa pregunta llevaba haciéndole eco desde varios días atrás ¿será que aún estaba enamorada? Y ¿si no? ¿Será que su destino era estar sola por siempre? Se preguntaba si en vidas pasadas había hecho algo lo suficientemente malo como para que ahora no mereciese un gran amor.

Lo que tu necesitas (LUIMELIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora