Y Los Padres.

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Despacho Erguía.

Armando.- (Exaltado) ¡Es que hasta parece mentira todo lo que sabes que le costó a Lourdes superar a esa mujer para que ahora, le estéis solapando esto!

Julia.- Baja la voz porque yo también se gritar y más fuerte, fue un favor que me pidió para esa pobre mujer que en cualquier momento puede acabar muerta por culpa de su esposo, nada tiene que ver con la relación que tuvieron en el pasado.

Armando.- Pues no me parece, ¿acaso no hay más despachos en todo Madrid o qué? ¡No os dais cuenta que solo las está utilizando para resolverle el problemita!

Julia.- Mi hija me pidió que le ayudara, no tengo porque cuestionar sus decisiones a demás Amelia paga puntual los servicios del despacho, si eso es lo que te preocupa.

Armando.- Lo que me preocupa es que Lourdes nunca reconduzca su vida.

Julia.- ¿Pero cuando te darás cuenta que a tu hija no le interesa la política? Meterse a ese mundo de porquería solo la va a destruir.

Armando.- Créeme que estar aquí de pasante no es mejor que hacerse un espacio en la política y esa mujer Amelia Ledesma solo la desvía del camino que debe seguir Lourdes.

Julia.- ¿Según quién?

Armando.- (alza la voz) ¡Según yo maldita sea!

Julia.- (alza la voz x2) ¡Largo de mi oficina pero ya!

Armando.- (mira fijamente a Julia) ¡Hare hasta lo imposible, por alejar a esa tipa de mi hija!

Julia.- (mira fijamente a Armando) Protegeré a mi hija así sea lo último que haga.

Casa Tomas Ledesma

Terminando de subir las cosas al auto de Lourdes.

Amelia.- Ya verás que todo ira mejor mamá te lo prometo, papá ya no nos podrá separar.

Devoción.- ¿Y si no podemos hija? Será mejor que me quede aquí de verdad, que ya no me golpea tanto.

Amelia.- Te llevare conmigo aunque te tenga que sedar para lograrlo, entiende mamá no te voy a dejar.

*Se escuchan gritos*

Tomas Ledesma llegado a su casa, lo primero que logra ver es un auto desconocido, fuera de su propiedad, se aproxima y se encuentra con una cara familiar, Lourdes Ordoñez.

Tomas.- ¿Pero tú que coños hacéis aquí?

Lourdes.- Señor Tomas, vinimos por la señora Devoción.

Tomas.- ¿Vinimos? (lo piensa un momento y se dirige hacia adentro)

Lourdes.- (Se baja del auto) Espere, tenemos la orden de un juez, no se puede acercar a Devoción.

Tomas.- (se voltea de golpe) ¡¿Tú crees que me interesa esta mierda?! (Sigue caminando)

Lourdes.- (corre y se para frente a él) ¡Que se detenga le digo! (recibe un empujón)

*Salen Devoción y Amelia de la casa*

Después de una ardua discusión entre Tomas y Amelia, la vedette termino cumpliendo su promesa llevándose a su madre lejos de su padre.

Tomas.- (grita, al ver que se van) ¡Sin mí no eres nadie Devoción! ¡Esto me lo vas a pagar como que me llamo Tomas Ledesma!

Lo que tu necesitas (LUIMELIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora