Advertencia: más heno que historia. Espero que lo disfruten. xD
Este es el penúltimo capítulo de esta segunda parte, espero que en el transcurso del día pueda subir el último capitulo. Saludos.
—La espada del rey, aún no está en poder de los sectarios—Esas habían sido las palabras del abad Sanders, por la mañana durante el desayuno.
—Eso significa que...—Shion dio un golpe a la mesa —Cardinale está herido por nada.
Izō cerró los ojos de frustración, debería estar contento, los sectarios aún no tenían la espada, pero no podía dejar de sentirse mal por haber caído en una trampa, miró a sus compañeros y a pesar de la tranquilidad que aparentaba Mystoria, un leve tic en su mejilla delataba que se sentía igual a ellos, Shion era el más expresivo, así que su cara no ocultaba lo molesto que se sentía.
—Pero, logramos ubicar la espada, se encuentra en un antiguo monasterio, en el centro de Inverness.
—Tal vez, debamos unirnos al ejército imperial— dijo Cardinale irrumpiendo a paso lento en el comedor.
—No deberías estar en pie, sigues débil—le riñó Shion, Cardinale rodó los ojos.
—Y no formar parte de nada, ni de broma.
Izō, se preocupó al ver la palidez de Cardinale, pero estaba claro que quería formar parte de esa reunión y por eso se había levantado de la cama; habían querido no importunar al santo de Piscis sin pedirle su parecer y ahora el joven se encontraba de pie cuando no debía estarlo. Se levantó de su sitio para ayudarlo a llegar a un asiento.
—Y— tercio Mystoria—, no nos involucramos en política.
—Pero los podemos detener antes de que lleguen a nada. Tenemos casi un año en este lugar y no hemos conseguir detenerlos, el anciano mueve muy bien sus piezas, es tiempo que nosotros movamos las nuestras y si el ejército es la solución, pues que sea—dijo decidido—solo nos quedan dos días.
Izō, comprobó que Cardinale estaba resuelto a usar esa solución, él no sabía qué partido tomar, ciertamente irían en contra de las reglas, pero al no hallar otro modo de resolver aquel conflicto le parecía la opción más viable. Miró a sus compañeros más jóvenes. Sí los sectarios hacían uso de la espada del rey Robert y esta era tan fuerte como Kala decía, tal vez ni siquiera pudieran llegar hacerle frente, todos miraban a al santo de Piscis que arqueó una ceja esperando en vano que alguno hablara.
—¿Y qué proponen? —escuchó a Cardinale hablar bastante molesto—¿acaso pretenden dejar que esos tipos se deshagan del ejercito real para decidirse actuar? ¿Creen que tengamos alguna posibilidad si dejamos que se hagan con la espada que desean?
Todos se vieron por largos momentos sin saber que decir, estaba claro que Cardinale tenía razón, si en esos momentos parecía que tenían poca oportunidad de vencer a los sectarios, si dejaban que consiguieran la espada del rey Robert y activaran la runa, las posibilidades se harían nulas. Izō sentía que todos tenían claro ese detalle, harían lo que Cardinale les pedía. Impedir que activaran la runa y acabarlos con la ayuda del ejército.
—¿Cuál es el plan? —dijo finalmente, viendo como la sonrisa de Cardinale aparecía.
— Izō y Mystoria se reunirán con el comandante Cumberland, creo que ya viene hacia Inverness, tal vez lo topen en el camino, saben que no pueden usar ni su armadura, ni su cosmos, así que con cuidado. Sería bueno que fueran vestidos de frailes—respiró profundo y llevó su mano a la herida antes de continuar—. Shion, junto con los de la orden Premonstratense, irán a tratar de recuperar la espada.
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Un Camino Hacia El Honor
FanfictionIzō de Capricornio, santo dorado del s. XVIII. Una historia que narra su camino para obtener su armadura, su regreso al santuario y por qué lo llaman «el asesino de demonios». 1ª parte. Entrenamiento. Camino que recorrió para obtener su título como...