Barnaby y Beatrice Hamilton eran dos gemelos, muy influyentes y prácticamente los dueños del pueblo de Belmont Falls, tenían un vida perfecta, atractivos, ricos, prepotentes, se hacia todo como ellos querían, todos los adoraban ... O al menos eso pe...
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Zach:
Ya es lunes, genial, este fin de semana fue muy aburrido, bueno... Como la mayoría de los míos, y lo peor es que me había decidido a encontrar si o sí el número de celular de Shaína... pero no tuve suerte. Y comienzo a sospechar que ella le echa muchas miraditas a ese chico nuevo, el súper raro y sombrío, el que pareciera que esta adolorido todo el tiempo, con esa expresión y forma de ser... Simplemente no me cayó muy bien. Vivo muy cerca de la escuela, por lo que voy caminando hacia la preparatoria, no llego en auto o motocicletas lindas, si, nada cool.
Al despedirme de mi madre y tomar mis cosas de las escuela salgo por la puerta principal y comienzo a caminar calle abajo, me pongo a pensar que este comienzo de año escolar ha sido muy tranquilo en realidad para mí, no he sido víctima aún de ninguna broma pesada del grupo de Carson, he socializado más con las personas, nadie se ha metido conmigo, hasta la ardiente Charlotte se me ha acercado, pudiera ser perfecto si Shaína dejara de ser tan reacia y mala conmigo, pero bueno, no se puede tener todo lo que uno quiere.
Después de caminar unos 10 minutos y pensar en situaciones con Shaína que nunca pasarán llego a la preparatoria. Entro como siempre por el pasillo principal y me encuentro con una escena muy desalentadora, veo a Shaína hablando con Logan cerca del casillero de esta, están muy serios, pero a fin de cuentas ¡están hablando!, algo que ella nunca ha hecho conmigo por más de 10 segundos. Me quedo un poco desorientado y empiezo a seguir mi camino entre ese mar de gente. En eso sin querer choco con Jade, quien me mira mal pero luego al darse cuenta que se trata de mi, alija su expresión, supongo que no le caí tan mal.
—Hey Zach, ¿te encuentras bien?, te ves raro— dice.
—Ehm... si Jade, todo bien— digo y le doy unas de mis sonrisas simpáticas, ella me sonríe.
—¿Vas a química?— me pregunta a lo que yo solo asiento.—Bueno, vamos juntos— añade y comienza a caminar a mi lado.
¿Qué diablos pasa que los populares se me están acercando y no para joderme?
Entramos al salón y ahí ya estaba el vejestorio de la Sra Wembley en su escritorio. Me da una mirada ácida y sigue anotando en su libreta, aún sigo sin entender por qué le caigo tan mal a esa señora si siempre saco las mejores notas, supongo que odia a cualquier joven menor de 30. Jade entra junto a mí y se sienta en la misma mesa.
—Y bien, Zach— dice llamando mi atención, yo alzo la mirada y la observo.—¿Todo bien en tu vida?—¿que mierda?.—¿Nada nuevo o extraño te ha pasado estos días?—me pregunta con una mirada muy penetrante.
¿Y a esta qué le pasa?
—Si— asiento frunciendo el ceño.—¿Por qué no lo estaría?
—¿Seguro?
—¿Por qué siento que tratas de sacarme algo?
—¿Yo?— cuestiona adoptando una expresión de sorpresa muy mal fingida.—Por supuesto que no, ¿sabes qué?—dice volteando los ojos.—Olvídalo friki.
