CAPÍTULO V: LOGAN

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Charlotte:

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Charlotte:

—¿Eres estúpido no?— le digo al chico a mi lado, azotando la puerta de mí casillero.

—Vamos Charlie, te divertirás mucho allá— réplica Dick.

Empiezo a caminar por el pasillo para ir a mi siguiente clase, con Dick siguiendo.

—Sabes perfectamente que no puedo ir a ese tipo de fiestas, y menos un miércoles.

—¡Eso es exactamente lo que lo hace más excitante! ¡una fiesta de ropa interior en Virginia entre semana!

—Estas enfermo— bromeo doblando el pasillo.

—Solo piénsalo ¿si?— me guiña un ojo.—Él no necesita enterarse.

Resoplo ocultando una risa, él sabe cada movimiento que hago.

—Debo irme, te veo en la salida— me despido alejándome.

Iba a entrar a mi aula cuando lo escucho gritarme algo— ¡Y no me dejes Charlotte, ni creas que volveré a casa caminando de nuevo!

Río y asiento. Entro en el salón de historia, mi clase favorita y mi profesor favorito, el querido por casi todos en la escuela, y cuando digo casi es porque a ninguno de los chicos les agrada, pura envidia, sólo porque él esta más bueno que muchos aquí, el sexy profesor Fred Hyland. Alto, musculoso, joven, ojos azul intenso y con un increíble humor que hace que historia no sea la materia más tediosa. Observo y solo queda un asiento libre, sí que ese imbécil de Dick me retraso, solo me queda sentarme al lado del nerd, Zach, el come libros, un chico simpático que necesita con urgencia un cambio de apariencia. Me siento a su lado y le sonrío, veo como se sonroja regresandome la sonrisa, que tierno.

Me dispongo a sacar mis libros cuando entra el Sr Hyland, todas las chicas suspiran y yo solo río. El Sr Hyland es muy guapo y todo, pero yo lo veo como un hermano mayor, fuera de la escuela es un gran consejero y amigo, alguien que puedo confiar y considerar como familia, me sonríe cuando me ve sentada junto a Zach.

—Muy buenos días, ¿cómo se sienten en este comienzo de clases?

Todos responden con un "bien" al unísono. Yo solo sigo mirando divertida a Zach como ordena por quinta vez sus lápices. Sé que mi presencia a su lado lo pone más nervioso y no puede divertirme más.

—Quiero comenzar esta segunda clase de una manera distinta, ¿qué tal?...—dice tocándose la barbilla exageradamente provocando risitas de parte de las chicas.—¡Ya sé!, presentándose los que faltaron la clase pasada— termina haciendo énfasis en "faltaron" mirándome.

Me hundo en mi asiento, ups, ese día me fugué con el vago de Dick a Virginia, la única ciudad cercana a este pueblo, a unos 20 minutos para ser exactos, Virginia, donde es la fiesta de ropa interior de la que me hablaba Dick, a la que ni drogada iba a ir.

Breaking HabitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora